Es otro domingo en que esa vieja loca, pone música estrepitosa. Es insoportable.
No sé cómo la soportan los demás vecinos, pero, en lo que a mí respecta, hoy es el día en que finalmente explotaré. Ni mi esposo Laurent, ni mi hija Cinthia, la soportamos. Hemos pensado en más de una ocasión en mudarnos, aunque encontrar casa en esta época del año es muy complicado.
***
Lunes en la mañana. Si no es de día, es a la hora del almuerzo; o si no en la noche. Sin importar la hora que sea, a cada momento están peleando.
No la soporto. Pronto recibirá su merecido.
***
Decido invitar a la ruidosa vecina a tomar el té, y ella acepta indulgente.
Llega y la invito dulcemente a ingresar. Se sienta en el mesón junto a la cocina. Preparo el té y lo sirvo en dos tazas; salvo que, en la suya, agregó unas gotitas de una medicina para dormir, la cual, usaba cuando llegaba cansada del trabajo; me tumbaba en la cama en cuestión de minutos.
Comienza a hablar sobre su inteligente hijo y lo bien que le va en la escuela; también, habla sobre sus constantes peleas con su marido. Laurent y yo hemos discutido en más de una ocasión, pero no para que todo el vecindario lo sepa.
Sigue hablando de más cosas que ignoro, pues en mi mente, solo espero a que el líquido haga su trabajo y la deje tumbada.
Y así resulta. Pestañea repetidas veces, hasta que finalmente, cae de bruces sobre el mesón.
Cuán calmada se ve. Podría dejarla así y encerrarla en el sótano, sin embargo, mis planes son otros; arrastrar su cuerpo hasta mi habitación. Luego bajo, busco en la caja de herramientas un martillo y regresó rápidamente al cuarto.
—Me tienes... harta... con tus gritos... y tu ruidosa... música... —digo pausadamente, mientras que comienzo a darle golpes sobre su cabeza y a la atura de la espalda—. ¡Maldita ruidosa!
No sé cuántos golpes le he propinado, pero me siento como si me hubiese quitado un peso de encima. Es probable que en unas horas vengan a pedir información sobre su paradero, para ese entonces, algo se me ocurrirá.
Empujo su cuerpo y lo dejo bajo la cama, luego me desharé de ella.
Corro a la cocina para tomar elementos de aseo para lograr limpiar la mayor parte de aquel desastre, dejo el martillo devuelta en la caja de herramientas y tras unos minutos, la habitación queda con su típico desorden de la mañana.
Voy tarde al trabajo. Dejo una nota a mi hija para que la vea cuando despierte, pues al estar de vacaciones, duerme gran parte del día. Dejo la nota pegada en la puerta, por si se le ocurre entrar. Una simple nota que dice:
«No entres, por favor. Es un caos allá dentro. Arreglaré en la noche cuando llegue, te ama. Mamá».
No puedo decirles que se trata de una conclusión, pues estos fueron los momentos previos al anterior relato.
De cualquier forma, se puede leer primero este, después el anterior y no pierde su esencia. Sin embargo, así lo dejé dispuesto 😅
Gracias por leer ❤️
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Catarsis © [antología de relatos] ✅
Cerita PendekBienvenidos a catarsis, una compilación de cuentos de diversos géneros, entre ellos: romance, misterio, terror, fantasía, entre otros. También, encontrarán relatos con los que participo en los desafíos de los perfiles oficiales de Wattpad. Cada his...