Mi Niñero Irresponsable. [°｡Luzuplay｡°]

[°｡Salida｡°]

Narra Luzu

Ya me encontraba con Willy y Vegetta, hablábamos mientras le pedíamos la orden a un chico bajito con un casco de Stormtrooper, como amo este restaurante.

- ¿Y qué harás este fin Lusu? -Willy apoyo una mano en su barbilla mientras me miraba, ya el chico se había ido.

-Pues no lo sé, tal vez escuchar música, ver películas o algo así...-dije con cierto tono desanimado. -... ¿y ustedes que harán?

-Iremos a una fiesta el domingo, ya es momento de relajarnos un poco. Deberías ir con nosotros. -respondió Vegetta a lo cual negué.

-no se si estaré libre, tal vez más tarde les confirme -dejamos de hablar ya que un camarero de ojos verdes y pelo anaranjado, había traído la comida...

Los tres acabamos de almorzar, Vegetta pago la cuenta, mientras Willy y yo habíamos salido un rato del restaurante, ambos estábamos hablando tranquilamente hasta que se nos acercaron unos Alfas.

- ¡Oye! ¡¿Eres Borja Luzuriaga?! ¡Oh dios! ¡¿Me regalas una foto?! -dijo uno de los chicos emocionados, yo me reí y asentí.

El compañero del Alfa tomo su celular, yo me acomodé junto al chico y nos tomaron una foto, me iba a separar del Alfa, pero este no me soltaba, no hice nada para no mostrarme mal educado, pero ese Alfa empezaba a tocar de más y era muy incómodo.

-Creo que ya es momento de que vayas con tu amigo. -habló Willy lo más amable posible, pero sentí como negó y me sujetaba con más fuerza.

-bien pequeñín, ya oíste al chino -Vegetta había llegado y sin mucho esfuerzo logro quitarme ese alfa de encima, lo empujo levemente y me abrazo por la cintura -...no me gustan que toquen mucho a mi novio, así que, ¿Por qué no te vas? -dijo con una sonrisa algo enfadada, acción suficiente para que el Alfa y su amigo salieran corriendo.

-Deberías emplear otro método para quitarme Alfas de encima. -me reí un poco y me separé de él.

-Vamos Luzu, siempre funciono fingir ser tu novio, además me encanta ver sus caras asustadas cuando digo eso. -también se río y se acercó a Willy dejándole un beso en la mejilla.

- ¿Saben? Mejor vámonos, no hay que llegue otro Alfa loco. -comento Willy sonriendo, Vegetta y yo asentimos.

Nos fuimos a una zona de un parque donde no había nadie, empezamos a hablar de diversas cosas mientras veíamos el atardecer, los tres haciendo bromas y riéndonos como si tuviéramos diez años. Pasaron varios minutos de puras risas y bobadas hasta que tocaron el tema del que no quería hablar.

- ¿Qué tal vas con tu niñero? -habló Willy, al instante los dos me miraron, yo solo volteé a ver el sol sin saber que decir.

~ ¿Cómo me va con él? Pues es un tipo amante de contradecirme, un estúpido y alguien que no debería de estar en mi casa, porque sobra...

~no olvides decir que tiene unos músculos, su vos mañanera es uff y muy guapo la verdad...

-Supongo que estoy echando todo a perder, la idea principal es hacer que se aburra y renuncie, pero resulte comiendo pizza mientras nos quedábamos dormidos en el sillón de la sala. Lo más triste de todo es que hoy le di explicaciones de para donde iba. -no se si lo decía con burla o enojo.

-Nunca pensé en verte así. ¿Ya probaste en ignorarlo? -Vegetta dio una suave palmada en la blanca cabellera de Willy.

-No lo sé, la verdad empezare a ser un poco más frío. Mejor dejemos de hablar de él, se supone que esta tarde no recordaría lo innecesario y molesto que es. -los tres reímos y nos quedamos mirando como el sol desaparecía entre las pequeñas montañas.

Era época de otoño por lo cual el ambiente era templado, se podía escuchar como el viento golpeaba las anaranjadas hojas de los árboles haciéndolas caer, todo era tan callado y calmado, solo se podía ver el hermoso reflejo del cielo en el lago cristalino...

.......[°｡Una Hora Después｡°].......

-Adiós chicos, cuídense. -ellos movieron la mano en forma de despedida.

Yo entre a mi casa y cerré la puerta, todo estaba apagado, la cocina se veía intacta, como si nadie hubiera cocinado, no le di importancia y camine hacia mi habitación, pero antes de entrar puse mi oído en la puerta que estaba al frente de la mía, cerré mis ojos y puse atención. Estaba solo en la casa, Auron de seguro salió.

Entre a mi habitación, me puse mi pijama, me lave la cara, me cepille y me recosté sobre mi cama, respire profundo y cerré mis ojos.

~ ¿Dónde estará?...

~Deja de pensar en él, muy pronto ya no estará aquí...

~Ya no intentes sacarlo, no es mala persona, además tener niñero no daña tu reputación...

~Ya cállate no discutiré por esto...

Sentí como iba a seguir hablando, pero todo paro al escucharse mi móvil, rápidamente abrí mis ojos y tomé el celular, me llamaba mi madre, sonreí un poco y conteste.

— ¡Mamá! -dije feliz apenas se conectó la llamada

—Luzu, cariño. ¿Cómo estás? Te extraño un montón. ¿Ese muchacho si te está cuidando? ¿Te ha hecho algo? -me reía internamente por todas esas preguntas.

—Tranquila mamá, yo también los extraño un montón, y no te preocupes no me ha hecho nada. -le respondí escuchando un suspiro de alivio.

—Vale mi vida, te paso a tu padre, quiere hablar contigo, recuerda que te amo un montón, ya verás que en muy poco tiempo nos veremos -se escuchó varios besos por el celular.

—Está bien mamá, yo también te amo un montón, pásame a mi padre. -ella río y después de unos segundos mi padre tomo el celular.

—Borja, hijo... ¿la casa y mi carro están bien? -no discutiré esto.

—Sí papá, estoy bien gracias, y lo material está bien. ¿Cómo van por allá?

—Todo va bien, en estos meses viajáremos a otro país para seguir firmando los contratos. Borja, creo que ya es momento de que sigas con tu trabajo, eso de las vacaciones ya debieron de haber pasado...

—No lo creo, ya después hablamos de eso, adiós. -sin escuchar respuesta por parte de él, colgué el celular.

Volví a respirar profundo, apague el móvil y lo deje en la mesita de noche, a los segundos escuche como se abría la puerta principal, la curiosidad pudo más que yo, así que salí de mi habitación para ver. Desde el pasillo prendí la luz de la sala, al hacerlo vi a Auron, venia con una camisa de botones, esta estaba un poco desabrochada dejando ver su pecho, además traía su pelo todo despeinado.

-Perdón por llegar a estas horas. ¿Acaso tienes hambre? -sonrió un poco, yo negué, él cerró la puerta y camino en mi dirección.

-Bien, entonces si quieres te acuestas, yo vengo algo cansado...-cruzó por mi lado, al instante fruncí mi ceño, tenía un olor a chocolatina y gomitas, este olor era de un Omega. -... ¿pasa algo?

Estaba al frente de la puerta de su habitación, mientras me miraba confundido, yo solo fruncí más mi ceño y me adentré en mi habitación cerrando la puerta. Como se atreve a llegar a esta hora y más encima oliendo a otro omega...