Cap. 07

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Estábamos en el gran comedor desayunando el trío de oro y yo. Harry se sentó junto a mi, nos dábamos sonrisas tiernas, al parecer ayer nadie se dio cuenta de nuestro beso ya que no oí a ninguno hacer un comentario al respecto.

-Hola Harry- pasaron las gemelas Pavarti o como sea que se llamen saludando coquetamente a Potter.

Hermione se quejaba de lo que habían escrito en el diario el Profeta sobre ella y yo estaba perdida en mis pensamientos pensando en que iba a hacer con lo que sentía por Potter, nunca lo había sentido así que no sé qué hacer en estos casos.

-¡El que debería hacer algo al respecto es el, no yo!- al darme cuenta de lo que dije me callé inmediatamente, había pensando en voz alta.

-¿De quien hablas?- pregunto Granger

-De nadie- escupí en seco -tengo que ver algo en la mesa de los Slytherins- dije y salí rápidamente de ahí, la vergüenza que sentía era abrumadora.

Me senté junto a Blaise y este se impresionó.

-Wow, hasta que te acuerdas de las serpientes- exclamo el moreno indignado, poniendo una mano en su pecho para aumentar el drama.

-Siempre te saludo en los desayunos, que los leones y las serpientes no se lleven bien y por lo tanto no pueda estar siempre contigo no es mi culpa- le respondí sonriendo.

-Buen punto, como eres bonita te perdono- dijo el guiñándome un ojo.

-No te pedí perdón por nada, negro del monte- hablé entre risas.

Zabini era muy carismático, hizo que me riera a carcajadas de sus ocurrencias. Aveces atrapaba a Harry viéndome pero este rápidamente volteaba a ver a otra dirección.

-Mira nada más, a Weasley le mandaron un vestido- se burló Blaise viendo hacia la mesa de los Gryffindors -Esta horrendo, le hará falta un hada madrina y un bibidi babidi bu- me reí ante tal comentario.
Ron era mi amigo pero de verdad necesitaba ayuda con su traje.

~.~

Íbamos caminado hacia un salón junto a la profesora Mcgonagall, al parecer íbamos a ensayar para un baile que se acercaba. Me senté junto a Hermione y la profesora tomó a Ron como ejemplo de cómo se bailaba un buen Vals, era una imagen completamente graciosa de ver.

Mis compañeras de Beauxbatons y yo sabíamos perfectamente sobre estos temas, nos educaban como princesas, cosa que detesto pero al estudiar ahí ya lo tolero  

-Cada uno elija una pareja y baile- manifestó la profesora mientras danzaba con Ron.

Iba a dirigirme a Harry y olvidarme de la vergüenza de esta mañana pero vi que un de las Parvati lo invitó antes que yo. Así que decidí invitar a Fred.

-Pelirrojo, ¿me aceptas esta pieza?- le extendí mi mano, las de Beauxbatons me veían indignadas ya que según ella "el caballero debe invitar a la dama" la verdad sus creencias me importaban muy poco.

-Claro señorita- aceptó Fred con una mirada pícara en sus ojos.

Veía mientras bailaba con el gemelo lo pésimo que Potter era bailando, así que cuando estábamos cerca de Parvati y Harry grite:

-¡CAMBIÓ DE PAREJAS!- y en una vuelta hice que Fred se quedara con la gemela y yo me quede con Harry.

-¿Eres tan malo bailando o el brazo vendado te duele?- pregunté con sarcasmo a lo que el rió avergonzado.

-No soy malo, soy malísimo- respondió con sinceridad.

-Yo te ayudo con eso, cariño- al decirle esa última palabra se sonrojó al mismo tono de su corbata -Sigue la música, cierra los ojos y deja que la música te lleve- el me miro confundido -¡HAZ LO QUE TE DIGO, POTTER!- exclame autoritaria a lo que él obedeció.

Mariposas negras +18 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora