Cap. 13

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Desperté, me salté el desayuno, no quería tener que ver a Harry a los ojos después de lo de anoche
Así que caminé hacia la primera clase que teníamos, DCAO con la piñata rosa.
En el camino me topé con Blaise.

-Oye, negro quemado, ¿sabes con quien compartiremos esta clase? Dejé mi horario en mi habitación- pregunté mientras caminaba a su lado.

-Para nuestra mala suerte tenemos clases con los Gryffindors y por órdenes de Dumbledore nos sentaremos con alguien de la casa contraria, ya sabes, para ir eliminando la rivalidad que existe entre ambas- dijo el con una mueca de desagrado notoria.

-A mi si me agradan algunos Gryffindors. No todos son insoportables, ¿sabías?- respondí con una ceja en alto.

-Bueno si tú lo dices- soltó el sin importancia.

Llegamos, solo habían dos puestos vacíos
Uno junto a Seamus y otro junto a Potter, evidentemente tenía que elegir uno pero Blaise rápidamente se sentó al lado de Seamus, dejándome sin más remedio que sentarme junto al azabache.

-Buenos días- exclamo él con una sonrisa de oreja a oreja, como un niño al que le había regalado un nuevo juguete.

-¿Que tienen de buenos?- murmuré yo por lo bajo de mala gana.

-Oye siento mucho lo de anoche, mi intención no era incomodarte ni que te sintieras acorralada, simplemente seguí las reglas del juego. La botella te apunto conmigo y- lo interrumpí.

-Potter, ¿podemos por favor no hablar de lo de anoche? Estuvo mal- solté sin más.

Por debajo de la mesa puso su mano en mi pierna y apretó levemente mi muslo tensándome al instante.

-Pues cuando te quitaste la venda y me besaste no parecía que te sintieras mal por ello- susurró en mi oído con voz ronca, eso causó una sensación increíble dentro de mi, no sabía que era pero era diferente.

De repente entro la profesora Umbridge sacándonos a Harry y a mi de nuestros pensamientos.
Empezó a dar explicaciones sobre que eran los TIMOS.

-Trabajen duro y serán recompensados, fracasen en esto y las consecuencias podrías ser severas- dijo con esa voz chillona e irritante.

Empezó a repartir unos libros mientras explicaba unas bobadas sobre las leyes del ministerio.

-Aquí no dice nada para hechizos de defensa- exclamó confundida Hermione.

-¿Hechizos de defensa? No se para que los necesitarías en mi clase- rebatió la vieja cara de sapo.

Explicó que aprenderíamos magia de una forma "segura", esa señora está más loca de lo que parece.

-¿De que nos serviría? Si nos atacan será un gran riesgo- exclamó Potter a mi lado.

-Deben levantar la mano para hablar en mi clase.

Según ella solo necesitamos lo teórico para graduarnos.

-¿Y como nos preparará para lo que existe en el exterior?- disgusto desprendía de la voz de Harry, sonaba bastante irritado.

-No hay nada en el exterior, ¿quien te imaginas que atacaría a niños como tú?- inquirió ella con esa sonrisa psicópata. 

-Ah pues no lo sé, tal vez Lord Voldemort- dijo el azabache firme, tenía razón en cada palabra que salía de su boca, todos alrededor empezaron a murmurar cosas. El ambiente se volvía tenso y palpable.

Ella aseguró que era una mentira.

-No es mentira, lo he visto, luche contra él.

-¡Esta castigado, señor Potter!- finalmente grito Umbridge enojada.

Mariposas negras +18 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora