Cap. 35

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Pov t/n:

Cuando abrí mis ojos me di cuenta que seguía todavía en la cama con Harry, desperté acostada en su pecho, revise debajo de las sábanas, ambos seguíamos desnudos y me levante de golpe a buscar ropa pero al poner los pies en el suelo mi entrepierna ardió, haber tenido sexo dos veces en una noche al parecer te pasa factura.
Solté un pequeño quejido y volví a sentarme en la cama.

Harry estrujó sus ojos y se colocó sus lentes.

-¿Problemas para levantarte?- su voz era ronca y mañanera. Apoyó su dorso al espaldar de la cama mientras me miraba con cierta burla en sus ojos.

Bufé y al empezar a escuchar puertas abrirse recordé que nadie debía darse cuenta de que dormí con Harry.

-Levántate cuatro ojos y vístete- me volví a levantar y el dolor seguía ahí pero lo ignoré tratando de disimular lo más posible, le lance sus pantalones en la cara a Potter y cuando fui a recoger mi vestido noté que seguía húmedo.

-Ponte mi camiseta- el azabache me lanzó la camisa que llevaba puesta anoche y me la puse, me cubría a la mitad de los muslos así que estaba bien.

-Escúchame bien- capte la atención de Harry -todos están empezando a salir, por lo tanto, tienes que ir al baño del segundo piso, yo iré corriendo al de planta baja para que no sospechen que dormimos juntos.

Él obedeció y salió como un fugitivo escapando de la cárcel. Luego de arreglar la habitación después del desastre que hicimos en ella me fui corriendo al primer piso y entré al baño, me duché y salí.

-Buenos días t/n- hablo Ginny, sus ojos azules analizaron mi vestimenta -¿esa camiseta no es de Harry?

Me la había puesto otra vez ya que no había llevado ropa para cambiarme -Esto- me señale -Oh si, lo qué pasó es que me bañe, no traje ropa para cambiarme y vi esta camisa aquí, ni siquiera sabía que era de él- mentí.

-Ah, está bien ¿sabes dónde está el?

Cuando abrí mi boca para responder llego Potter y alterno su vista entre ambas, llevaba un calentador gris junto a sus típicas camisetas unicolor.

-Hola Harry- la voz de la pelirroja desprendía alegría.

-Hola Ginny- respondió en seco.

El azabache se acercó a paso acelerado hacia mi esperaba que no dijera o hiciera algo que me pusiera en problemas con la Weasley.
Llego a mi me abrazo de frente pasando sus brazos por mis hombros empujándome más hacia el, puse mi cabeza es su pecho entrelazando mis brazos en su cintura y con el rabillo de mis ojos vi a la pelirroja mirándonos fijamente.
Cuando intente separarlo de mi el tomo mi cara entre sus manos y plantó un suave beso en mi frente.

-Te quiero.- dijo en un susurro contra mi piel y se fue.

Ginny se fue y me miro con decepción, no hice ni el mínimo esfuerzo en seguirla, al fin y al cabo no tenía porque darle explicaciones de nada.

El día transcurrió aburrido, Ginevra sin hablarme y pasando tiempo con Hermione, los chicos hablando de quidditch y los señores Weasley hablando de cualquier cosa. Me dediqué a escribir en mi diario como siempre y a leer uno que otro libro hasta que llegó la noche.

Todos nos habíamos vestido para la cena de navidad de esta noche, estaba abajo con la castaña y Ron hablando sobre porque Lavender y él daban diabetes mientras Potter estaba en una reunión con Lupin, Tonks y el señor Weasley. Cuando ellos salieron vi entrar a Ginny con una bandeja de galletas.

-Disculpen chicos... debo ver algo- me levante y me fui a espiarlos, no porque desconfiara del azabache, solo lo hice para ver qué pretendía hacer la pelirroja.

Mariposas negras +18 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora