Detrás de una historia

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Mis ojos comenzaban a doler de tanto que he llorado por ti. Me era difícil simplemente hablarte. Sé que ya no hay vuelta atrás y que no tendré otra oportunidad para pararme frente a ti, mirar a ese par de ojos que me hacía enloquecer; tomar tu mano y correr juntos al amanecer; sé que no hay forma en la que pueda confesarte lo mucho que te amo, lo mucho que me gustaba escuchar tu voz desde aquel día en clase de Hagrid, en donde caminaste altaneramente y me paralicé. Ese día, recuerdo haber escuchado tu voz y callarte una vez más, reíste y te acercaste con las manos en los bolsillos y la túnica hacia atrás, mirándome de pies a cabeza. Algo dentro de mí dio vueltas cuando sonreíste. Te miraba en cámara lenta hasta que nuestras miradas se encontraron, ahí supe que me habías empezado a gustar. ¿Cómo podía decírtelo? Me odiabas, me detestabas, te burlabas de mí cada que podías, es algo con lo que tenía que lidiar, junto a mis sentimientos confundidos. Maldita sea, me había comenzado a gustar mi peor enemigo. No podía estar cerca de ti después de eso, sentía que diría algo demasiado estúpido o sería muy obvio para ti. Cuando Hermione golpeó tu rostro, tuve que reír aunque quería tomarte del brazo y acariciar tu mejilla. Vaya que no me entendía y mis amigos no tienen la culpa, nunca se los dije. No tuve el valor para hacer contacto visual, tus ojos grises me tumbaban al suelo. Me sentía en las nubes cuando olía tu perfume o cuando nuestras manos rozaban. Te pido perdón, ya que te perdí y no hay forma de que pueda decirte lo mucho que te amo. Te extraño, Draco Malfoy. 

-Pansy, esto es ridículo-Dijo Draco al terminar de leer la historia. 

Pansy con los ojos llorosos frunció el ceño. -¡Claro que no! Es amor de verdad ¿No viste que acabas de morir y Harry no podrá quedarse contigo? ¡Lo destrozaste, Draco! Y tu solo lo molestaste todos esos años, ignorando que te amaba- Gritó la chica sin dejar de llorar. 

-Eres demasiado dramática ¿Cuántas historias hay de esto? ¿Cómo es posible que haya personas escribiendo una relación entre Harry y yo? Es demasiado... Escalofriante. Siento que me vigilan- Cerró la computadora y la puso a un lado de la cama. -Vamos, deja de llorar, es solo una historia. 

-ERES LO PEOR ¿CÓMO PUEDE SER SOLO UNA HISTORIA? DRARRY ES REAL, DRACO- Gritó limpiando sus lágrimas.

-¿Qué dices? Eso no es real. La realidad es que combatimos con el señor oscuro, Potter y yo NO somos amigos ni mucho menos tenemos una relación y lo más importante... NO ESTOY MUERTO- Gritó. 

Pansy lo miró por unos segundos. -Deberías de leer otra historia, mira, esta me la recomendaron mucho, léela y cuando lo hagas, podrás ser libre de historias- Respondió la chica abriendo la computadora nuevamente y poniéndola en las piernas de Draco. -Me voy. Cuídate mucho, cariño. Volveré mañana.

-Si, igual. 

La chica caminó hacia la salida pero antes de tomar la perilla de la puerta, se detuvo. 

-Draco... 

-Dime.- Respondió sin dejar de mirar la computadora. 

-Eres un idiota al morir de esa forma, te odio- Dijo. Abrió la puerta y salió. 

-PANSY, NO ES REAL- Gritó. 

-LO QUE DIGAS- Se escuchó al otro lado de la puerta. 

Draco reviró los ojos y devolvió su atención a la computadora o al "artefacto extraño" como él le llama. Era de noche y estaba en la cama del departamento. Habían pasado 2 horas desde que Pansy había salido de ahí dejándolo solo con las "extrañas historias" de Draco y Harry. 

-¿Cómo puede ser tan cursi y patético hasta en una historia inventada?- Dijo. 

-Se levantó de la cama y se dirigió a la cocina. Tomó una taza de la alacena, una cuchara, el cereal y la leche. Sirvió rápidamente el cereal y colocó la leche con cuidado de no regar. Guardó las cosas pero antes de irse, se quedó pensando unos segundos y luego agarró la caja y la leche, llevándolo a su cuarto junto con la taza. Se acostó nuevamente en su cama y se perdió en la lectura, sirviéndose más y más cereal cada vez que se le acababa o le daba hambre. 

-Maldito Potter. ¿Cómo hacen que con solo describirlo se vea tan atractivo?- Se dijo mientras metía una cucharada de cereal en la boca. -Oh no, Potter. No te acerques... No lo hagas... MALDITA SEA, ME BESÓ- Gritó tirando un poco de leche encima suyo. 

Cerró la computadora y la puso sobre su escritorio dejando la taza, el cereal y la leche en el mismo lugar. Se cambió de ropa y se acostó en su cama hasta que quedó profundamente dormido.