LA CORONA DE LA PASION [#1 SAGA CORONA]

Capitulo 26

Victoria Diamond.

Para muchas mujeres lo que hizo Damián les parece poco, pero no para mí y no porque me conforme con menos sino porque él es como yo, abrirse a nuevas personas requiere un gran esfuerzo, pero al menos trata de que esto, lo que sea que tengamos, funcione.

Me presento ante todos como su acompañante, no como su aventura, ni como su placer en turno, no somos novios, ni pareja, pero soy la primera mujer que el presenta formalmente a otras personas y eso para mí es un acto muy bello.

Pasamos la noche entre personas que ofrecieron hacer tratos con Goldman y Diamond, muchos reyes de diversas partes del mundo llegaron, conocidos de mi rey mimado, ya que amistades solo es Alejandro Webster y Marcus Vincenti rey de Firetown.

El ultimo ha estado un poco ausente debido a problemas con la maldita mafia, al parecer atacaron su reino lo cual dejo muchos heridos y muertos, pero un rey siempre debe solucionar todo eso, ahora los tres hablan de una manera muy relajada y divertida, se nota su amistad va más allá de los años.

—Son muy cercanos ¿no crees? —habla Madisson a mi lado.

—Sí, todos merecen una amistad como la nuestra— ella asiente—por cierto, hablaras con Alejandro ¿verdad? —le pregunto.

—Sí, seguiré tus consejos y le diré lo que siento por el— una sonrisa se forma en mi rostro—si le dijiste a Damián lo que querías y ambos están de acuerdo, también debo hablarlo con Alejandro sea como sea necesito decirle lo que siento—

Le conté a Madisson todo lo que hablé con Damián, lo de la playa, todo, al fin de cuentas ella es mi hermana. Al enterarse de como reacciono mi rey mimado se animó para confesar sus sentimientos a Damián, ya que eso de que el hombre debe declararse primero es del siglo pasado.

¿Tengo razón o no?

—Recuerda que eres hermosa y nadie puede hacerte creer lo contrario— le doy ánimos.

—Gracias, es la primera vez que le abro mi corazón a alguien desde Enrique— mi amiga todavía no supera a Enrique, él fue su primer amor y aunque pasaron años siempre recordara a ese amor inocente, los dos se amaban mucho, o bueno es lo yo veía, una niña de trece años no tiene mucha noción sobre el amor, ambos se querían tanto que mi hermano le propuso matrimonio, siempre pensé que era un amor inocente y puro, pero ahí había algo raro.

<<Un niño de trece años no puede pedirle matrimonio a otra niña>>

¿O sí?

Pero bueno, mi hermano murió y aunque nunca tuve el valor de ver su cuerpo fue enterrado junto con mis padres, recuerdo que Rommel se encargó de todos los detalles, yo no tenía cabeza ni para vivir, no me entraba la idea de perder a mi familia.

—Debes superar a mi hermano— me sincero—sé que fue tu primer amor, pero debes seguir adelante. Estoy segura que el dónde quiera que este desea que seas feliz—

—Tal vez si me hubiera despedido una última vez todo sería mucho más sencillo, si hubiera visto su cuerpo por última vez me sería más fácil—

—Recuerda que Rommel dijo que— se me corta la voz—su cuerpo quedo irreconocible, creo que fue mejor quedarnos con la imagen del Enrique que conocíamos y no despedirnos de una forma dolorosa— a las dos nos costaba mucho este tema, ambas amábamos a Enrique de forma diferente, él era mi hermano, mi mellizo mi mejor amigo y de ella era su primer amor, su sueño de amar, sus esperanzas y todo se fue a la mierda por la ambición de ciertas personas.

Los Lombardi me quitaron a toda mi familia, mataron a mis diamantes, a niños, familias y todo para que yo desistiera de la corona y renunciara al trono, por eso me jure matar a cada uno de los Lombardi, no dejare a ninguno vivo, así todos lamentaran dejar vivir a la única Diamond, una mujer que los cazara como las ratas que son.