Capitulo 17

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Madahy Rodríguez

Fiestas, lujos, diversiones, una vida sin preocupaciones, siempre haciendo lo que quiero.

Ese sería el resumen de mi vida.

Muchos me llamaron narcisista, materialista, superficial; supongo que debería estar acostumbrada.

Veo mi imagen en el espejo, mi piel pálida y hermosa, mis ojos color marrón claro, mi cabello negro.

Soy una belleza.

Pero las inseguridades siguen floreciendo en mí.

Siempre tuve todo en la vida, yo nunca tuve que esforzarme en nada, mi padre siempre me dio todo.

Y siempre obtengo lo que quiero.

—Alteza— entra uno de mis sirvientes—Diamond sufrió un ataque por parte de la mafia italiana, solicitaron ayuda para los pobladores—

Victoria Diamond.

Mi ejemplo a seguir.

Ella es mayor que yo, pero logro cosas únicas, a pesar que sueño ser como ella no estoy lista para una responsabilidad tan grande como un reino.

Sin embargo, mi padre, un hombre totalmente celoso, estipulo que yo sería la heredera del reino, siempre y cuando no contraiga matrimonio.

Con 18 años estoy condenada a una soledad infinita.

Mi madre me abandono cuando nací, supongo que ser reina no es una responsabilidad sencilla.

Mi padre me dio todo lo que siempre quise, menos amigos; pensó que si las personas me dañaran quedaría traumada.

Pero la soledad es algo que aborrezco.

Hago miles de fiestas porque es el único momento en el cual yo puedo hablar con otras personas sin que mi padre los ejecute.

—Iré a ayudar— afirmo—manda una comitiva junto conmigo e infórmaselo a mi padre—

El sirviente se retira después de recibir mi orden, preparo una maleta con vestidos y demás.

No tengo doncellas, no porque mi padre no quiera sino porque yo no quiero.

No otra vez.

Cambio mi atuendo por un vestido más fresco, ya que en Diamond el clima es más templado que en Snowdelle.

Me pongo un vestido celeste sin mangas, el largo de la falda me llega hasta los tobillos, el escote es un poco abierto, pero este se compensa con una tela transparente que cubre mis pechos.

Ordeno que preparen un coche, lista para irme a Diamond.

[...]

Cuando llegue a Diamond, Victoria me recibió dándome una habitación en el palacio.

Empecé con obras pequeñas, dar ropa, comida, asilo, curar heridas.

Muchos dirán que por ser una princesa no debo comportarme así, pero yo sé que antes de ser una princesa soy una persona.

—Madahy— habla Alejandro—ya terminé con el asilo, si gustas puedo ayudarte en el orfanato—

—Me encantaría, gracias—

Alejandro Webster es un hombre muy guapo, varonil, gran guerrero, pero seguro me ve como los demás.

<<Como una princesita plástica y vacía>>

Habla la voz de mi cabeza, esa voz que siempre me recuerda mis inseguridades y mis miedos.

Cuando llegamos al orfanato veo a muchos niños, unos más jóvenes que otros, bebes abandonados, como yo.

LA CORONA DE LA PASION [#1 SAGA CORONA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora