Capitulo 41

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Victoria Diamond

Veo al hombre de ojos oscuros frente a mí, su aroma, su presencia, su misma existencia me causa náuseas y un profundo deseo de matar.

—No sabes cuantas veces soñé con este día— habla con un brillo peculiar en sus ojos—Cuantas veces añore tenerte en mi cama— el comienza a caminar alrededor de la cama sin quitarme la vista—de como anhele el día que estuviéramos juntos—

—¡Vete a la mierda! — le grito al desgraciado.

—Debido a nuestros últimos encuentros permitiré tu forma de hablar solo por hoy— veo la rabia en su mirada—pero mañana me trataras como lo que soy—

—¿Un completo inútil? —

—El amor de tu vida— suelto una carcajada ante tal conclusión.

—Al igual que tú, otros locos me perjuraron amor— me rio en su cara—¿Y ves a alguno por aquí? —pregunto con inocencia—No, porque yo los mate a todos—

—Pero yo tengo algo que los otros no tienen—

—¿Un complejo de idiotez? —

—A tu hija—

La sonrisa se me borra de inmediato ya que en eso tiene razón.

—Quiero ver a Nisha— exijo—Tráeme a Nisha—

El comienza a reírse y a mirarme como si estuviera loca.

—Veras a Nisha cuando yo quiera— abro la boca para protestar—pero si tratas de escapar yo mismo la matare— y con sale de la habitación encerrándome en la misma.

Detallo la habitación en busca de algo que me ayude a escapar.

La habitación es grande y cómoda, la cama matrimonial destaca el lugar, cortinas y alfombras a juego de color negro, las paredes blancas con diseños negros, muebles modernos y finos y los ventanales muestran un paisaje digno de admirar.

En otras circunstancias podría amarrar las sabanas y bajar por la ventana sin ningún problema, pero hay algo que me impide irme...

Mi hija.

Necesito verla, tenerla en mis brazos, cuando la sostuve la última vez era una bebita recién nacida, recuerdo la calidez de su cuerpo al abrazarme, cuando su manita delicada envolvió mi dedo, cuando le di de amamantar por primera vez.

Y lo más importante cuando abrió sus ojos y vi esas esmeraldas preciosas, porque, aunque lo niegue lo que más me gustaba eran sus ojos, no por su color, sino porque una parte de mi al verlos recordaba a José Carlos.

Han pasado años desde que mi mente logro pronunciar su nombre, cuando el me dejo y se fue sentí como la debilidad entraba en mí, no entendía cómo era posible que una persona que te hacía sentir las cosas más preciosas en el mundo, de un día a otro se volviera la persona a la que quisieras odiar...

Eso sentía yo por José Carlos, eso siento ahora y no sé si seguiré sintiéndolo.

Siempre pensé que yo no había nacido para amar, ni para ser amada.

Desde pequeña, recuerdo que las personas que yo amaba o me amaban se morían o se iban, mis padres y mis hermanos murieron, mi entrenador y amigo íntimo murió, Loretto murió, José Carlos se fue, mi bebita se murió...

O bueno eso creí y aunque aun no entiendo cómo sé que alguien me traiciono, porque recuerdo perfectamente que mi bebita estaba bien y de un día a otro me dijeron que murió y recuerdo que fue enterrada a lado de mis padres y me pregunto...

LA CORONA DE LA PASION [#1 SAGA CORONA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora