LA CORONA DE LA PASION [#1 SAGA CORONA]

Capitulo 40

Narrador omnisciente

La vida está llena de placeres que le dan sentido y emoción a la existencia, muchos definen el placer como los orgasmos, otros lo encuentran en la comida, en dormir, en superación personal, en tener familia, en tener dinero...

Las mujeres como Victoria encuentran el placer al momento de lograr sus objetivos, ver la cara de los que dijeron que nunca lo lograría y ella ahí estaba aplastando sus cráneos, ella encontraba placer en la venganza.

Muchos dicen que la venganza nunca es buena que te deja una horrible sensación, pero la sensación de bienestar y satisfacción que sentía Victoria eran inimaginables.

Incluso nadie pensaría que los pensamientos más sádicos y oscuros albergaran la mente de una mujer cuyo rostro parece el de un ángel.

Victoria si era un ángel, pero era uno ascendido del infierno como si el mismo dios del inframundo en su dolor y rabia contra los humanos hubiera mandado a tal arma de destrucción y belleza.

Pero esa es otra historia.

Incluso llegarías a pensar que con ese rostro delicado y esas manos tan tiernas ese ser lleno de vida y dulzura no mataría ni una mosca, pero las apariencias están para eso, para engañar.

Ella usaba su belleza para destruir a los que se le atravesaban, así paso con Julio, con Aron, los del consejo, incluso José Carlos quien no se da cuenta que siempre fue manipulado por los ojos de tal belleza.

Ahora la mujer de ojos azules tan bellos como el cielo, pero tan oscuros como las profundidades del mar se encaminaba al encuentro con uno de los mafiosos más grandes y peligrosos, el Alacrán quien aguardaba en el bosque de Mintrock con la esperanza de llevarse a la mujer por la cual habría perdido la cabeza.

Victoria no era tonta, sabia las intenciones del Alacrán y sabía perfectamente que si usaba bien sus armas y atributos tendría la cabeza de tal mafioso colgada de una lanza, pues si las personas que le hicieron daño ahora estaban tres metros bajo tierra nada le impedía eliminar a tal escoria.

Para evitar sospechas Victoria salió sola de su palacio con destino al punto de encuentro, pero sabía que en tal lugar entre los arbustos se encontraban los soldados de Goldman, el ejercito de hielo de Snowdelle, guerreros de Firetown, todos apoyados por la defensa de Mintrock y Rogertock, incluso Madisson Parker su general, el rey Marcus, el rey Christopher Goldman, pero el que más le importo a ella era el rey Damián Goldman que se encontraba armado y esperando la señal para atacar.

Ese día todos querían la cabeza del Alacrán y no se irían sin conseguirla, unos por poder, otros por venganza, otros por simple cumplimiento con la ELITE, pero él quería su cabeza porque sabía que una cabeza sin cuerpo no podía revelar secretos.

Los Goldman habían guardado secretos desde hace tiempo

¿Enserio creen que un joven de 17 años pudo conquistar su propio reino sin ayuda?

La belleza también nos hace omitir los errores de las personas, todo el mundo creyó que Damián Goldman había conseguido su reino, poder y fortuna a base de esfuerzo y dedicación; todos los habitantes de su reino lo creyeron, lo creyeron todos los reyes, lo creyó hasta Victoria, incluso la persona que está leyendo esto lo creyó, que un rey guapo, hermoso, inteligente y con un cuerpo esculpido de dioses pudo conseguir todo.

Pero no.

Damián solo era un adolescente con deseos de salir del poder de su padre y de su madre, quería ser libre, pero la libertad tiene un precio muy alto y más la libertad que quería Damián, él no quería ser un simple soldado, o un fiel consejero, él quería todo el poder.