Capitulo 3

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Victoria Diamond

—Majestades, los estuvimos buscando temiendo lo peor— dice un soldado de la guardia.

—Como sea, quiero ir a Diamond, no tolero un segundo más en este horrible lugar—digo ariscamente.

—Sígame majestad, Rey Goldman otro transporte lo llevara a su reino—

Sin más entro al transporte con rumbo a Diamond.

No puedo con esto.

¿Qué me paso?

Ayer en la noche cuando tenía frio en la cueva me acerque al rey mimado para tener un poco de calor.

<<Grave error>>

Mi mente aun no procesa el hecho de que el y yo nos acostamos.

No era virgen, pero tampoco una cualquiera.

¿Por qué no lo detuve?

Seguro pensara que soy una cualquiera.

Pero...la sensación de estar bajo su cuerpo, sus manos agarrando mis pechos, sus labios en mis pezones, su...

Metre, ¡¿Qué ESTOY PENSANDO?!

Solo debo olvidarlo, debo dejar a un lado esos pensamientos.

[...]

—¡MI NIÑA! —llora mi nana mientras me abraza—¿Qué paso? —sus lágrimas se hacen presentes—pensé que te perdería, que tu habías...—no termina la frase porque explota en llanto.

—Nana, estoy bien, no pasó nada—

<<Nada que yo no quisiera>>

Madisson aparece en mi campo de visión, con su armadura plateada y con el cabello en una trenza.

—Perdóneme Majestad, es mi culpa comprenderé el castigo que me otorgue—agacha la cabeza.

—Primero, nunca agaches la cabeza, das el pensamiento de que estas a mi merced y los verdaderos culpables ya están muertos—eso parece aliviarla.

>>Así que levante la cabeza general, una guerra no se gana mirando el suelo.

>>Necesito un baño. —ordeno y la servidumbre obedece a mis caprichos—

[...]

Una vez aseada, cambiada y peinada; necesito aclarar los asuntos de mi mente, que no me dejan de atormentar y eso tiene nombre y apellido.

DAMIAN GOLDMAN.

Pero primero debo hacer algo primero.

Sin más me dirijo al ala medica del palacio, la doctora debe ayudarme con algo.

—Buenos días doctora—entro a su consultorio.

Un lugar equipado con una camilla, medicamentos, artefactos médicos de última generación.

—Majestad, es una alegría saber que se encuentra bien, dígame ¿en que la puedo ayudar? —me mira preocupada—¿se siente mal? —

—Nada eso, es solo que necesito un favor y sobre todo su total discreción—

—Claro majestad—

—Tuve relaciones sexuales, pero no quiero un embarazo, necesito un método anticonceptivo, lo último que quiero es un embarazo—

—Como diga majestad—empieza a buscar en sus cajas, supongo lo que le pedí—majestad, disculpe la intromisión, pero si usted tuvo relaciones no quiere un método fijo—

LA CORONA DE LA PASION [#1 SAGA CORONA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora