Capitulo 42

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Victoria Diamond

Ya han pasado un par de semanas desde que estoy encerrada aquí, o bueno es lo que tengo conciencia ya que a veces suelo ser drogada o sedada para ser llevada a otra habitación o estancia, pero nunca estoy en la misma más de tres días y lo entiendo.

Soy tan inteligente y audaz que todos deberían temer de mi capacidad.

A mi hijita no la he visto aun, Leonel dice que no confía en mí, que no me porto bien en sí que no tengo sexo con él.

No le daré el gusto, yo no quiero hacerlo y no lo hare, ya encontrare la forma de salir de aquí con mi bebe.

He tomado atención de todos los movimientos de la casa, o bueno de los que tengo acceso de observar, los empleados tienen diferentes horarios y rotes, los guardias rotan cada ocho horas y siempre tienen un descansa de cinco minutos entre rote, la servidumbre es demasiado leal al alacrán ya que la mayoría de las mucamas son hijas o esposas de hombres que trabajan para el alacrán y si alguna se arriesga a ayudarme toda su familia estaría en riesgo.

Leonel es un tipo que hay que temer, pero yo soy una perra a la deberías respetar.

—Buen día, mi amor— el mafioso entra con una maldita sonrisa en su rostro, está vestido de una manera informal.

—Quiero a mi hija— respondo—si no la traes vete— contesto ariscamente y dirijo mi vista a la ventana ignorando por completo su presencia.

—Nuestra hija— me contradice y no aniquilo con la mirada.

—Mi hija— vuelvo a decir— ella es solo mi— me levanto y comienzo a acercarme a el—ni de José Carlos, ni tuya es solo mi—

—Pero si será nuestra hija cuando tú y yo nos casemos— lo miro sin entender.

—Estás loco—

—Las invitaciones ya fueron enviadas y esta noche será nuestro compromiso frente a una —

—No sabes el gusto que me dará atravesarte un cuchillo por la garganta—

—Igual te amo—

Y con eso se dirige a la puerta, pero antes de salir dice:

—Mandare servicio para que estés lista y si te portas bien esta noche Nisha estará presente—

Y cierra la puerta yéndose dejándome sola.

Todos estos días el maldito de Leonel me amenaza con eso y aunque trate de ganarme su confianza dándole besos o caricias, pero no puedo mantener mucho tiempo mi mascara y eso es porque lo odio, lo detesto por el simple hecho de ser un Lombardi, por lo de mi hijita, por su maldita obsesión conmigo y aun no entiendo el porqué.

Antes de ser secuestrada nunca antes lo había visto y eso es algo que me sorprende mucho porque pese a todos los años que trabaje como mercenaria jamás olvide un rostro o una presa ni nada, cuando conocí a los Lombardi siendo la dama enmascarada tampoco lo conocí a él solo a Víctor Lombardi y según escuche él tenía un hijo enfermo y un ayudante que sería su mano derecha, ¿Leonel será el hijo enfermo?

¿Quién era su ayudante entonces?

La cabeza me da vueltas ya que el estrés no baja y aunque no sé qué hacer porque la desesperación de ver a mi hijita es mayor que cualquier cosa, mayor que el deseo de poder, mayor que el deseo de gobernar, mayor que el deseo hacia...

—Majestad— tocan la puerta y digo adelante dejando a la vista dos jóvenes que entran seguidas por una fila enorme de vestidos y estuches en sus manos supongo para prepárame para mi "compromiso".

LA CORONA DE LA PASION [#1 SAGA CORONA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora