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PD: tomen esta historia como una línea temporal alterna, donde los sucesos no son lo que conocimos.
Esta historia esta siendo reescrita con el propósito de captar de mejor manera la personalidad de los personajes y así mismo escritura y varios detalles que se me pasaron.
Sin más que agregar, espero sea de su agrado.

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"-¡Monstruo!.- exclamo con impotencia una chica de cabellos verdes y trenzas.

La escena alrededor no era la mejor, miles de estudiantes brutalmente golpeados y ensangrentados y aquella chica no iba a ser la excepción, el chico de cabellos azabaches no dudaría en lastimar a la chica..."

-¿Terminaste?- Pregunto un chico esposado como un animal a la silla.

El lugar era oscuro y asfixiante, solo se encontraba el chico esposado y el oficial a su cargo.

-Ya no funciona ¿No?.- pregunto el oficial a su lado, aunque este ya sabía la respuesta.

La tortura psicológica de evocar sus recuerdos en ese punto ya no era más que rutina sin efecto y el hombre mayor lo sabía pero le encantaba torturar y así mismo ver como más aún se corrompía aquel chico.

El chico que por nombre portaba era John poco le importaba aquella situación, en ese punto y con todo lo que le habían dicho en aquella "correccional" se encontraba en que en realidad ya no lo sentía, incluso se atrevió a decir qué lo disfruto.

-¿Sabes porque sigues aquí john?- pero no hubo respuesta por parte del muchacho.- Es porque en el fondo no lo sientes, lo disfrutaste y estoy seguro que lo harías denuevo.- respondio el hombre.

El chico mantuvo el semblante serio, aquello era verdad, el poder lo enloqueció y ver lo que pudo hacer con el lo llenaba de manía, después de todo siempre se les enseño la regla del más fuerte.

Sin poder controlarlo sus labios se movieron formando una sonrisa, la cuál no paso desapercibida para el instructor, que solo sonrió con él al ver lo desquiciado que era el chico.

-¡Ves! ¿Qué te dije? ¡Lo disfrutaste maldito psicópata!- Exclamo Keon.

Desde que aquel niño quedo bajo su tutela no hizo mas que llevarlo más abajo de lo que ya estaba, en cierto puntos en sus primeras sesiones pudo ver que el chico mostraba cierto arrepentimiento, pero tras acabar con su cordura poco a poco aquello desapareció.

Aquel era el objetivo en un principio, las autoridades o mejor dicho más específicos Ember, necesitaban un monstruo y lo consiguieron.

-No eras más que un monstruo chico y el arma de Ember, te regocijas al lastimar a otros, no tienes empatía y por eso Ember es para ti.- comento el pelirrojo mientras fumaba un cigarrillo.

En un pasado la palabra monstruo le hubiera dolido, pero ahora realmente ya no sentía nada al escucharla.

-Entonces ¿Cuando piensan soltarme?- pregunto el chico.

- Todavía te falta entrenamiento, pero cuando estes listo, seras la mayor arma de Ember, y con ello todos caeran a nuestros pies.- respondio el hombre mientras en su cabeza imaginaba tal espectaculo.

-a pesar de todo realmente no entiendo el porque de la existencia de Ember.- comento.

El oficial no hizo mas que mirar al chico con cierta repugnancia como si lo hubiera ofendido.

-Un "porque" dices ¿acaso se necesita razón para lastimar a otros si tienes el poder para hacerlo? Ember no es mas que una organización que disfruta del caos, y no hay una razón lógica por la mera existencia de este.- respondio el hombre embozando una tetrica sonrisa.

UNORDINARY: Just a MonsterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora