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Aquella mañana partio como todas, para muchos, bonita, para otros indeseable.

Para Seraphina tan solo eran aburridas y sin chiste, no es que esperaba que su vida fuera una gran aventura. Aquel era un pensamiento infantil.

Pero si esperaba que fuera un poco más "movidita"
Tal vez aquello era pedir mucho, pues era un nivel dios y era dificil competir contra ello.

Se acomodo un poco su cabello y simplemente partio a la escuela.

No tardo en llegar, nada más se sento sin esperar mucho para aquel día, miro la nada un momento.

Los demás estudiantes llegaron mientras hablaban de cosas sin importancia.

En ello entra el docente.

-Bien clase, se que es un poco tarde, pero tenemos un nuevo estudiante.- dejo paso al nombrado.

Un chico de cabellos negros y desordenados, mostraba una sonrisa amigable y no parecia llevar mala intención.

No le interesaba, un estudiante más no iba a cambiar su vida, esperaba que por lo menos no lo estorbara.

-Presentate.- ordenó el profesor.

El aludido se paro enfrente de todos y continuó.

-¡Hola a todos! Mi nombre es John y espero nos llevemos bien.- nadie comento nada, en aquella escuela tan sólo valia el poder, por lo que no importa si eres buena persona. Si tu nivel es bajo, no esperes conseguir mucho.

El muchacho se sento y espero a que llegara el receso.

Cierta chica de cabellos celeste es acerco con una sonrisa.

-¡Hola John! ¿Qué tal estas? - John la miro con una sonrisa.

-¡Bien! Me alegra que la gente sea buena aquí.- sugirio con cierta sonrisa que más parecia una mueca.

-Bueno y dime ¿qué hábilidad tienes?- comento atenta y con cierto aire superior.

Los demás pusieron la mirada en él, hasta Seraphina miro.

John suspiro.

-Vaya, crei que seria diferente aqui, pero que se le hara.
Muy bien mi querida chismosa, mi habilidad es de "Cuerpo cactus" consiste en que puedo poner mi cuerpo rodeado de espinas, asi mismo tirarlas y además almazeno mucha agua.- comento entre risas.- El nivel es 4.3, bien ¿contenta? Qué tal si molestas a alguien más.- rió de forma burlona.

La muchacha se dio la vuelta, sin emitir ningun comentario.

"Perra" penso John con el semblante sombrío.

Seraphina ya habia dejado de prestar atención.

"Otro débilucho" penso, aquel chico no merecia su atención.

Las clases terminaron y la única hora que esperaba era el almuerzo, hoy habia pastel de chocolate, un delicioso postre que no servian con regularidad.

John se apresuro a tomar uno.

-¡Rico!- exclamo al tomar su ración, sin darse cuenta que había tomado el último.

Iba a sentarse pero cierta chica lo detuvo, aquella chica iba en su clase, además de ser la reina de la escuela.

John sonrió.

Podia sentir el aura de esa chica, su hábilidad, era verdaderamente bestial y no dudo en copiar, aunque claro nadie se dio cuenta.

-¿Sucede algo?- pregunto de forma inocente.

La chica no se demoro en extender una mano, era obvia su intención.

-¡Oh!-exclamo- ¿Quieres el pastel?- emitio una sonrisa sombria que solo pudo ver la chica.

-Damelo.- exigió.

-Que pena, el fuerte siempre humillando al débil.- suspiro desilucionado.- ¡Adios pastel!- se despidio con aire burlon.

Seraphina no queria ver más de ese payaso.

John le entrego el pastel sin hacer mucho escandalo.

La chica lo miro con aire de superioridad, esperando ver a John intimidado, pero solo vio una sonrisa en su rostro.

Lo ignoro, simplemente se sento en algun lugar, y comenzo a degustar su postre.

Tan pronto como lo hizo sintio como algo le pincho la lengua, era doloroso y no pudo evitar hacer una mueca.

Escupio lo que habia ingerido y se sorprendio al ver en su plato una espina de cactus.

"¡Hijo de perra!" Penso para si misma.

Aquel débilucho le puso una espina en el postre, aquello no iba a quedar asi, ese maldito se las iba a pagar.

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UNORDINARY: Just a MonsterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora