UNORDINARY: Just a Monster

21

-¡Hey Sera!- Saludo un chico de melena alborotada y oscura.

La chica no respondió ante el saludo, ni siquiera volteo a mirar, estaba concentrada en terminar su almuerzo y no aceptaría distracciones.

-Oh ¿Me ignoras?- Acusó el azabache.- ¿Acaso olvidaste lo qué pasó el otro día? Estoy seguro que lo disfrutaste tanto como yo.

Nuevamente no hubo ningún comentario ante su pregunta, el chico sonrió y acercó su mano al mentón de la chica, obligándola a mirarlo. Sus ojos serios encontraron los del chico, la de cabellos magenta terminó desviando la mirada para finalmente comentar algo.

-Fue un desliz, no se volverá a repetir.- Dijo evitando mirar al chico.

El azabache rió con tranquilidad mientras se sentaba al lado de la chica.

-¿Y como estas tan segura de eso?- Preguntó con picardía acercándose a su oído.

-Porque eres un terrorista.- Se limitó a decir como si aquel fuera un punto final para la conversación.

El chico se alejo y suspiro con aburrimiento ante tal vaga respuesta.

-¿No preguntaras nada?- Sugirió tratando de sacar conversa a la de ojos azules.

-No.- contestó.- Eso es asunto tuyo, si mueres es tu problema.

A decir verdad claro que le picaba cierta curiosidad sobre el pasado del chico, más aún que empezaba a sentir nervios ante su presencia, la imagen de peligro y diversión provoca una atracción en ella que creyó que no sentiría, más aún viendo lo que este hacía.

-No tienes que contestarme aquí si no quieres, la escuela es lo peor, si quieres podemos salir y ver que tal.

Nuevamente el silencio se hizo presente sin nada más que murmullos de otros estudiantes a los que escuchar.
Aburrido el chico decidió que sería estupido seguir ahí, no lograría sacar de su transe estoico a la chica, por lo que optó por irse. No sin antes plantear un beso en la mejilla de la chica la cuál la tomó desprevenida, luciendo un tenue sonrojo.

-¡Bye!- Exclamó mientras sonreía al verla y lanzaba besos con sus manos.

Los estudiantes miraron extrañados la escena, sé preguntaron porque la reina no hacía nada con ese idiota y al contrario se quedaba callada, murmullos y chismes fueron los que siguieron el acto, pero nadie iba a hacer algo, por un lado Seraphina era la Reina, y por el otro John era un estudiante que aunque fuerte no lo suficiente como para tener ese actuar arrogante con la Reina, o por lo menos eso pensaban.

A Serphina no le podría importar menos, estaba embobada pensando en lo sucedido en el otro día, no sólo lo divertido de luchar contra el chico, si no es su cercanía y el poder que tenía esa cercanía sobre ella, sabía que era estupido, dado el pasado y presente del chico, pero no podía evitarlo, le atraía ese caos que tanta falta le hacía a su monótona vida, sea solo una atracción temporal o más larga, estaría atenta al chico y sólo quería saber más acerca de él.

Mientras tanto John se alejaba del casino para avanzar por los pasillos, no tenía una ruta en concreta la cuál seguir, solo paseaba en silencio mientras divagaba por su mente, estudiantes acosando a otros, sin nadie que hiciera nada, era lo normal en un ambiente escolar y tras ello una imagen llegó a su mente, una pequeña niña de cabellos verdes y semblante desafiante, lleno de ira, y una palabra que solo resonaba en su cabeza "¡Monstruo!"

Con rabia apretó su puño, no por el recuerdo si no por la impotencia del hombre que le provocó tal recordatorio constante, Keon, no lo había visto desde que fue cambiado a las instalaciones de Ember hacía ya varios años atrás.
Y el último recuerdo que le permitió recordar tal bastardo, fue el rostro de su padre, un triste y decepcionado rostro. Extrañaba a su padre, todavía el recuerdo de su rostro azotaba su mente de vez en cuando, sabía que seguro estaría decepcionado de ver en lo que se convirtió, él no era nadie inocente, podía diferenciar entre bien y mal y podría haber salido de esa vida pero ¿Para qué? ¿Vivir como un estudiante normal? Que cosa más aburrida, el mundo solo se ajustaba al poder y nada más importaba, en un mundo con tales reglas ¿Por qué preocuparse por hacer el bien? Mejor divertirse sin esperar consecuencias.