Seis

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Louis sostiene un vaso de ron con cola al que se le están derritiendo los hielos. Está mirando al cigarrillo que acaba de apagar en el cenicero azul que la mesera ha puesto en medio de la mesa hace un par de horas. Harry camina hacia él desde la puerta de los baños y sacude sus manos húmedas antes de sentarse en el lugar donde estaba antes: en frente del ojiazul. Han pasado varios días desde que ayudaron a Niall a mudarse y Louis todavía se siente cansado por tener que subir muebles por la escalera. De nuevo. Aunque había jurado que no lo haría nunca más. El vaso de whisky de Harry está vacío, pero no ha de pedir otro porque no quiere arruinar la cena que ha tenido hasta ahora con su amigo solamente por ponerse borracho y triste. Las cosas están yendo bien por ahora y no quiere echarlas a perder.

—Entonces, este chico me empuja y termino golpeando al gerente del banco solo porque el muchacho no tenía ganas de esperar cinco minutos a que termine de acomodar las cosas en mi billetera —Louis termina de contar la historia de por qué fue expulsado del banco hace una semana; escoltado por un par de gorilas poco amables.

—¿Lo esperaste afuera del banco para golpearlo?

—¡Claro que no! ¿Quién crees que? —Louis suena indignado, pero se calla cuando nota la mirada burlona de su amigo —... Bien, sí. Lo esperé en la esquina.

—Y lo golpeaste.

—Y lo golpee —confirma, luego bebe un sorbo de su trago.

—¿Cómo conociste este lugar? Es genial —pregunta Harry observando a su alrededor. El restaurante donde están es pequeño pero cálido. Las mesas de roble oscuro combinan con las paredes pintadas de color gris y las luces bajas lo hacen un ambiente amigable a la vista.

—Es de los locales a los que hemos estado promocionando en la empresa —contesta el mayor, orgulloso —. Invité a Liam hace un tiempo, pero luego de la pelea dejó de contestarme el teléfono —agrega, callándose al instante cuando reconoce haber hablado de más.

—¿Peleaste con Liam? —Harry luce intrigado.

—No es importante —alega Louis, pero para Harry no es convincente, y el ojiazul lo sabe, la mirada del menor lo dice todo —. Sí discutimos y terminé por mandarlo al diablo, pero no creí que fuera a molestarle tanto que le dijese la verdad —concluye, esperando dejar claro que no ha de especificar la razón de la pelea. Pero el ojiverde no luce satisfecho con la respuesta:

—¿Pelearon sobre mí, no es así?

—Harry, no quiero hablar más del asunto.

—Entonces sí fue por mi culpa —añade Harry antes de asentir el silencio que Louis a puesto sobre la mesa.

Louis hace una señal para que la mesera les traiga la cuenta y, cuando Harry intenta sacar su billetera, le hace saber que él invita. Mientras esperan el recibo del tarjetero, los dos se miran en silencio; el menor empieza a formular miles de preguntas en su cabeza, y sabe que no va a sentirse tranquilo hasta obtener respuestas menos condescendientes de parte de su amigo.

—Escucha Harry, Liam y yo no estamos en la misma sintonía en cuanto a toda la situación, ¿sí? —Louis rompe el silencio cuando están saliendo del restaurante para ser golpeados por el frío de la calle nocturna —. No tiene nada que ver contigo y nuestra amistad...

—Tiene que ver con mi relación con Zayn, lo entiendo. Liam tiene una cercanía protectora con él, Lou, está bien si cree que no merezco a Zayn, que soy un desastre y que no debería hablarme.

—Puede opinar lo que quiera sobre el asunto, Harry, el problema es que tanto Zayn como Liam están velando por sus intereses únicamente. Son un par de idiotas.

Fingers [zarry au]✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora