Harry sigue con la mirada al avión que distingue entre las estrellas esa noche; el cielo, despejado, permite observar unas pocas y la memoria le recuerda conversaciones pasadas sobre la desgracia de la contaminación y las luces de la ciudad que no permiten disfrutar un cielo estrellado en todo su esplendor. El clima es fresco, ha salido del apartamento en busca de algo que le sea entretenido, aunque en el barrio residencial no hay mucho que hacer más que mirar al cielo y esperar un evento sobrenatural. Se conforma con distraer su vista mirando un avión. Dibuja personajes imaginarios que vuelan a destinos curiosos mientras se pone a reflexionar sobre lo complejo que es tener veintiún años: tiene amigos un par de años mayores que ya se han casado, aunque no lo hayan invitado a la boda; conoce una muchacha de veinticinco que ya tiene dos hijos y una casa propia; un primo suyo apenas ha ingresado a la universidad luego de haber recorrido Latinoamérica en busca de nuevas experiencias.
Es una edad peculiar y confusa, lo ha sido desde que cambió de digito y sus pensamientos se tornaron más profundos y existenciales sin querer. Algunos han sentado cabeza, algunos están apenas empezando mientras otros ya experimentan la cúspide del éxito; algunos conocen más países de los que él puede nombrar en un mapa mientras que otros siguen viviendo en el mismo barrio en el que han crecido y no conocen el supermercado de la calle trasera. ¿Ha hecho algo él? Se pregunta constantemente mientras termina de cerrar la puerta principal y se encamina a su apartamento. Un par de horas se le han pasado y todavía no ha cenado. Tiene tantos años por delante, piensa, porque la mamá de su abuela vivió hasta los 103 años y piensa que es algo que puede haber heredado.
En la oficina todos han pedido sus vacaciones de verano para septiembre, es por eso que se ha permitido ignorar la vida durante todo agosto mientras se fundía con su escritorio trabajando hasta olvidar sus emociones; el lunes ha dormido casi todo el día hasta que, finalmente, lo levantó el terrible sonido del celular que le avisaba que debía ducharse y limpiar el baño para recibir a un posible compañero de piso. Es martes en la noche, está por abrir una botella de vino para cenar, con un par de galletas, cuando recibe el mensaje que ha estado esperando desde hace casi ocho días cuando contrató a la agente de bienes raíces: hay un muchacho que ha ofrecido pagar la mitad del alquiler del piso a cambio de que pueda agregar muebles a la sala de estar. Harry acepta, porque necesita el dinero antes del fin de semana. Y porque nunca están de más los muebles. Todavía la casa está poco decorada y casi vacía. Zayn y él debían empezar con las compras de remate en octubre, cuando la estación cambia y los precios son amigables con sus bolsillos.
—¿Ha recibido visitas extrañas? —consulta, intentando bajar la voz.
—No sé si extrañas, Zayn. Hay una señora que ha ido constantemente con algunos muchachos, se quedan menos de una hora y Harry los despide en la puerta principal —responde la rubia luego de tomar un sorbo del café que apenas le han servido.
—¿Lo va a dejar? —dice, aunque sabe que ninguno de los dos puede responder realmente.
—¿No has pensado en arreglar las cosas con él? Hacían linda pareja —comenta, sonriendo.
—Las cosas se han complicado mucho, Louise —dice, dando vueltas a la cucharilla en su taza. La ciudad ha amanecido nublada y la idea de ir a clases le ha dado mucha pereza a Zayn. Luego de sus noches de mal dormir, poder quedarse en cama hasta casi las once, salir sin apuro y tomar un café parece un pedazo de paraíso.
No ha borrado las veintitrés llamadas perdidas que tiene hace más de un mes en el teléfono, a veces la notificación reaparece, como en ese momento, y le recuerdan la noche más larga que tuvo. Como es de costumbre, casi no tiene mensajes, de hecho, han disminuido desde que ha perdido contacto con su mejor amigo. Louise lo observa en silencio, sorbiendo de a poco la taza que humea delante a sus ojos.
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Fingers [zarry au]✅
FanfictionZayn Malik y Harry Styles tuvieron una buena relación de amigos. Y algo más. Evidentemente. ~~~ Segunda parte de Rear View