Dos

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Liam acaba de apagar su computadora cuando escucha golpecitos suaves en la puerta; sabe que sus hermanas, de necesitar algo, lo hubiesen llamado antes de aparecerse a las tres de la madrugada en su piso. Hace un conteo de las cosas que ha estado haciendo y sabe que no ha pedido comida ni tiene pedidos pendientes en Amazon. Con pereza se levanta del cómodo sofá en donde está sentado y camina hacia la puerta, vociferando un:

—¿Quién es?

—¿Liam? Soy Zayn, déjame entrar, por favor —escucha la voz de su amigo al otro lado y abre la puerta si dudar. Sus ojos se encuentran con la mirada agobiada del moreno mientras cruza el umbral y se ingresa en el piso.

—¿Pasa algo? Te ves terrible —consulta, caminando a lado del muchacho hasta que los dos se sientan, frente a frente, en los sillones de la sala de estar.

—Harry, eso pasa —contesta. Liam no quiere decir nada, aunque empieza a preguntarse si tienen que llamar a la policía, aunque, cuando está apunto de decir algo más, Zayn vuelve a tomar la palabra: —. Hace un par de meses de nuestra pelea relacionada a su problema con el alcohol; lo hizo bien, Liam, dejó el descuido y se dedicó a trabajar y a sus cosas hasta que consiguió el trabajo en la editorial y volvió a sus conductas destructivas de repente.

—¿Está bien? ¿Le pasó algo por el alcohol?

—No, no te preocupes. Esta noche llegó a casa casi cuatro horas después de su hora de salida, me dijo que había tomado un vaso de vodka, pero... está drogado y yo estoy muy molesto, realmente no quiero ni dirigirle la palabra —concluye. Su amigo lo observa con entendimiento, incapaz de decir nada. Liam sabe que Zayn consume hierba, así que supone que lo de Harry es peor, y empieza a sentirse molesto él también.

—Puedes quedarte el tiempo que quieras en el cuarto de visitas. No creo que permanecer a su lado le haga entender lo incorrecto de sus actos.

Harry cierra la puerta detrás de su cuerpo y suspira, dejando ir el aire que siente que ha estado conteniendo sin saber por qué. El apartamento se ve igual que hace tres días, que fue la ultima vez que durmió allí. Se acerca al ventanal del pasillo y abre la ventana, porque el olor a cigarrillo parece colarse en cada rincón; luego deja su maletín en el suelo y se adentra en la habitación que ha estado usando hace más de un mes; la cama de Zayn está desecha, como recuerda haberla dejado, pero siente un escalofrío cuando se acerca a las sabanas.

Hace el mayor esfuerzo para no traer a su mente las memorias que hasta hace poco lo tenían tan triste y agradece el timbre que suena, porque lo distrae lo suficiente para no sumergirse en el sentimiento de vacío que se aproxima a su pecho.

—¿Lou? —dice, abriendo la puerta para ver los ojos azulados de su amigo. El mayor, con una sonrisa de "lo he logrado", abraza al castaño como saludo y pasa al interior.

—¿Dónde te has metido, eh, cabezota?

—Me comprometí con el trabajo —dice, pero ambos saben que no es toda la verdad.

—No has estado durmiendo aquí muy seguido, Harry, he venido varias noches durante estas semanas a buscarte.

—No —admite, adentrándose a la cocina con Louis del otro lado de la barra —. Pero ahora que tengo que pagar el alquiler, siento que debo pasar más tiempo en el apartamento que ha de costarme casi toda mi paga esta vez —comenta, abriendo el refrigerador para sacar cualquier pieza de comida que se haya echado a perder en los últimos días. Louis lo observa en silencio antes de cruzar hacia la cocina y ponerse a acomodar las tazas del lavaplatos en la repisa correspondiente.

—Sé que has tenido unos días de mierda, Harry, no tienes que fingir que todo está bien —dice el mayor luego de varios minutos que se han quedado en silencio limpiando.

Fingers [zarry au]✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora