Estando sentadas en aquella banca, Taissa le contó todo lo que había ocurrido a Billie.
-¡Si que tienes problemas amiga! -exclamó Billie luego de escuchar todo lo que le dijo Taissa.
-¡Y los que me esperan cuando venga a buscarme mi hermana! -dijo agarrándose la cara del estrés.
-No llames a tu hermana aún -le aconsejó -debes hablar con Sarah primero, podemos tomar un autobús que nos acerque a tu casa e ir.
-¿Pero no debes irte?
-Mañana a la noche me vendrán a buscar, mientras tanto me quedo a tu lado.
-Me caíste del cielo. -le dijo abrazando a su vieja nueva amiga.
Ambas tomaron un autobús que las llevó a la escuela, que era el lugar más cercano a su casa en el cual estaba la parada de bus y se dirigieron a lo de Sarah caminando.
-Oye, ¿y cual crees que será el motivo por el cual Sarah quiere hablar contigo? -rompió el silencio Billie.
-Realmente no lo sé, lo del beso con Sophie fue hace muy poco así que no creo que ese sea el motivo, pero tengo una teoría que espero no sea. -dijo asustada.
-¿La del rumor?
-Si, la del rumor que se va del pueblo.
-Bueno, ya lo sabremos. -le dijo suspirando.
Siguieron el camino en silencio y cuando estaban a una calle de la casa Taissa frenó de golpe.
-¿Que ocurre?
-No quiero seguir, mejor vayamos a mi casa, estamos cerca. -se apresuró a decir la joven.
-Claro que no, yo te acompaño. -le ordenó agarrándola de la mano y llevándola hacia adelante.
Cuando llegaron a una esquina Billie frenó en seco y la miró a Taissa.
-¿Dónde es la casa? -preguntó mirando hacia todas direcciones.
Taissa suspiró y se armó de valor, le soltó la mano a su nueva amiga y comenzó a caminar directo hacia la casa de Sarah, seguida de los pasos Billie.
-Te espero aquí -le aseguró mientras veía a la joven adentrarse a un patio delantero el cual se imaginó sería la casa de la directora.
La joven no llegó a tocar porque justo la puerta se había abierto y lo que vió no le agradó en nada, era Sarah con dos maletas enormes en sus manos, al vislumbrar hacia adentro de la casa notó que todas las cosas estaban en bolsas y cajas de mudanza, y no pudo evitar dar por hecho algo que muy en el fondo sabía que era cierto.
Al verla allí parada casi paralizada la directora soltó las maletas y se dirigió hacia Taissa muy despacio.
-Era lo que tenía que decirte, el problema es que no creía que me adelantarían el viaje. -se explicó tratando de agarrarle los hombros.
-No puedo creer que te vayas sin avisarme. -le dijo sacándole las manos antes de que lleguen a tocarla.
-Taissa no te imaginas lo difícil que está siendo esto para mi, no solo renuncio a ti, renuncio a mi trabajo, a toda una nueva vida que me costó mucho empezar.
-Yo si hubiera renunciado a todo por ti -le gritó la joven llorando.
-Eres una niña no lo vas a entender. -balbuceó Sarah- No tienes mucho a lo que renunciar porque no tienes nada, apenas tienes 17 años. -le dijo y volvió a agarrar sus maletas para sacarlas a la vereda.
-No soy una niña, en pocos meses seré mayor de edad y ya no será un problema para ti. -le dijo en forma de súplica.
-Taissa mi ida es inminente, no puedo hacer nada, ya renuncie a mi cargo de directora y me esperan en otra ciudad para empezar mi nuevo puesto. -le explicó en voz baja, pues ya había llegado un camión de mudanza y había estacionado justo en frente de su casa.
-No podemos dejar esto así nomas, por favor quédate. -le rogó la joven llorando.
-Taissa no hagas un escándalo, y por favor vete.
Taissa no podía creer lo que estaba escuchando, Sarah se iría y eso parecía no afectarle en nada. La observó una vez más, se quedaron mirando unos segundos, pero el brazo de Billie que ahora rodeaba el de Taissa la hizo volver a la realidad y se corrieron de la entrada.
Las jóvenes se quedaron allí viendo cómo Sarah cargaba todas sus cosas en el camión, las lágrimas de Taissa no cesaban ni un segundo y a Billie esto le parecía muy doloroso, así que de vez en cuando la abrazaba.
Luego de media hora de observar a la mujer que amaba preparar sus cosas para marcharse cayó en cuenta de que ese era el fin.
-Debemos irnos. -le susurró a su amiga.
-Está bien. -le respondió Billie. -pero despídete.
Taissa lo pensó unos segundos, pero negó con la cabeza y comenzó a caminar hacia su casa. Cuando se dio vuelta para ver si su amiga la seguía vió que Sarah le estaba diciendo algo, eso le dió aún más rabia ¿por qué frenó a Billie y no a ella?
-Dile que el día de su cumpleaños sabrá de mi. -le susurró Sarah a Billie en el oído, ésta le sonrió y se marchó con su amiga.
Comenzaron a caminar y las lágrimas se le caían, luego frenó y miró fijamente a Billie;
-¿Que te dijo? -le preguntó secándose las lágrimas.
-No quiero herirte más.
-Por favor dímelo.
Billie pensó muy bien lo que iba a decir antes de hablar, esa podría ser su única oportunidad para dejar de vivir en la calle y de ciudad en ciudad.
-Dijo que te ayude a olvidarla -le mintió sin descaro alguno.
Taissa miró hacia atrás con rabia, como odiando cada parte de Sarah, para luego marcharse de una vez por todas.
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La directora. [Taissa Farmiga & Sarah Paulson]
FanfictionTaissa Farmiga va en su último año de la secundaria. Ese último año escolar se enamorará de su nueva directora, llamada Sarah Paulson. Ambas encontrarán un prohibido, apasionante y hermoso amor. Pero la hermana de Taissa, junto con la mayoría de la...