La directora. [Taissa Farmiga & Sarah Paulson]

Capítulo 34 - "Quiero volver"

-Hola. -exclamó de mala gana Zoey y se sentó justo al lado de ella.

-¿No pensabas decirme que tenía una hermana? -le preguntó Taissa furiosa a su padre.

-Quédate tranquila, yo tampoco sabía que existías. -le dijo su hermana.

-Genial. -gritó la joven y se fue a su habitación sin probar un bocado.

Al llegar comenzó a buscar entre sus cosas su celular, el cual no estaba por ningún lugar.
Comenzó a llorar desesperadamente, luego ya cansada, se sentó en el suelo pensando en cuando desearía que Sarah y Elizabeth estuvieran allí.
Al rato escuchó que tocaban la puerta, se levantó a abrir y vio a su hermana parada con los brazos hacia atrás.

-¿Que quieres? -le preguntó de mala manera.

-Toma. -Zoey estiró el brazo y le dio su celular. -No le digas a mis papás que yo te lo di.

Taissa lo agarró y su hermana se marchó sin decir más nada.

Se lo quedó observando durante unos segundos, intentó prenderlo pero éste no encendía. Pensó que lo más lógico era que no tenía carga y decidió tomarse el atrevimiento de ir hacia la recámara de Zoey.

Abrió la puerta lentamente y comenzó a caminar hacia el pasillo, estaba a cinco pasos de llegar cuando escuchó unos pasos subiendo las escaleras.

-¿Zoey? -preguntó Kate desde lejos.

Taissa no sabía qué decir, se quedó en silencio, hasta que su madrastra logró verla.

-Tai, ¿estás bien?

¿Tai? Nunca nadie le había dicho así, le parecía ridículo, pero en el fondo le daba ternura y sintió ese aire de madre que tanto extrañaba.

-Emm... si, estoy bien. -respondió después de unos segundos.

-Escuché unos ruidos y subí a ver. Abajo estoy haciendo una leche con chocolate y hay galletas. ¿Quieres venir?

Taissa asintió sin pensarlo mucho, sin pensar que debería hablar si o si con ella, responderle a sus preguntas y lo peor, hacerse la que le caía bien.

Ambas bajaron sin decir ni una palabra, pero apenas llegaron a la cocina Kate comenzó con las preguntas.

-¿Que has hecho? -soltó meneando la cabeza de lado a lado de forma negativa.

Taissa la miró con cara de confusión.

-¿Por qué tú hermana te mandó aquí? -siguió esperando que la joven entendiera de lo que estaba hablando.

-¿Mi hermana qué?

-Vera nos pidió que te traigamos porque habías cometido un error del cual no se podía enterar nadie en el pueblo -le contó acercándole la taza con el chocolate. Taissa ni lo agarró ya que estaba asimilando todo. -nos lo contó con un tono de angustia y preocupación tremendo. -siguió Kate ahora dándole unas tres galletas.

-¿No les dijo? -le preguntó Taissa después de unos segundos.

-No, y me gustaría saber qué...

-Tenia una novia, era solo eso. -la interrumpió rápidamente.

Se quedaron unos minutos en silencio.

-Pensé que era algo más serio. -rompió el silencio Kate, diciendo eso en voz baja. Pero ella ya sabía que era eso, sólo quería que saliera de la boca de Taissa.

-Yo pensé que me traían aquí por algo más serio, como que Vera no me podía cuidar o no sé...

-Lo sé, lo siento.

-Si de verdad lo sientes mañana mismo quiero volver. Iré a acomodar todo para poder regresar mañana. -Taissa dijo eso con firmeza y muy seria.

Se fue a su habitación, sin tomar ni comer lo que le habían servido. Furiosa comenzó a guardar lo que había sacado, nuevamente a su maleta y a algunas cajas. Realmente ella no recordaba lo que su padre le había dicho antes de meterla al auto.
Se acostó más esperanzada que nunca, con mucha fuerza y ganas de hacer justicia por lo que le habían hecho, y con aún más ganas de pelear con quien haga falta para volver a ver a sus amigos y al amor de su vida.