†•𝑻𝒉𝒆 𝑫𝒐𝒍𝒍𝒔•† 𝒁𝒐𝒅𝒊𝒂𝒄

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‡POV'S Sheyla‡

Todos me miraban como si quisieran matarme ahí mismo, aún no entendía del todo que es lo que pasaba, tan solo al llegar a la escuela esta mañana Cole me dijo que le había llegado un muñeco muy sospechoso a su casa, hasta ahí fue un día normal. Tan solo quería ir a casa y seguir con mi vida de adolescente rebelde.

— Que! ¿Tengo algo en la cara?— les dije molesta.

— Si, llevas el rostro de una persona sospechosa o probablemente culpable— dijo Lio con el ceño fruncido.

— ¿Intentas decir que yo fui la que mandó los estúpidos muñecos?— dije Ofendida.

— Está más claro que el agua— respondió Lio.

— Más cuidado con lo que dices Lio Smith— dije apunto de explotar— Uno, no tengo el tiempo y el dinero para hacer  ese tipo de bromas y Dos ¡¿Por qué carajos haría algo así?¡— grité— Pueden irse todos a la mierda si piensan así de mí.

Salí disparada de ese pequeño círculo de personas y me fui enojada, incluso me di cuenta que Cole había seguido mi paso, pero después se rindió ya que caminé a paso apresurado. Tenía muchos sentimientos encontrados, primero me sentía algo triste porque yo no tenía un muñeco, lo sé es tonto, y por otro lado estaba enojada, es decir ¿quién sospecharía de mi?

Caminé hasta la estación de autobuses y me subí al mismo bus que siempre pasaba a esa hora, era parte de mi rutina del día.

Al entrar habían pocas personas, y por supuesto en el último asiento me esperaba mi pequeña amiga, Giselle, ella iba en la escuela primaria de Ravenhope, aunque era demasiado madura para su edad. Desde hace un año nos encontramos en el bus y nos sentamos juntas, tal vez a algunas personas les parecerá patético tener una amiga de 11 años, pero a mí me parecía genial.

— Hola Gi, que tal tu día?— le pregunté a la niña mientras me sentaba junto a ella.

— Aburrido, los gorilas de mi clase aún siguen burlándose de mí— dijo intentando ocultar su melancolía.

— Bueno, pronto les escupiras las caras cuando seas Alcaldesa de Ravenhope— dije animándole un poco.— Eres el ser más inteligente que conozco.

— A veces quisiera ser bonita como tú, Shey— dijo la niña bajando la cabeza.

— Eres hermosa y lo seguiré diciendo hasta que aceptes que lo eres— dije dándole pequeños codazos.

Gisselle tenía un gran complejo con su cuerpo, ella es un poco robusta, tiene el pelo castaño y los ojos almendrados, realmente era hermosa, pero por el simple hecho de su peso no le hacía cumplir con los estándares de belleza.

— Gracias Sheyla, eres mi mejor amiga— sonrió mostrando sus oyuelos.

Durante todo el camino platicamos sobre como sería el futuro algún día, sobre nuestros sueños y necesidades, ella por supuesto quería ser la alcaldesa de Ravenhope como me lo había dicho desde la primera vez que nos hablamos.