†Bienvenidos a Ravenhope el pueblo perdido†
Un pueblo casi desconocido, habitado por personas comunes que tratan de vivir sus vidas en paz y tranquilidad, pero como todos los pueblos Ravenhope tiene un lado oscuro que será descubierto por unos jóven...
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‡ POV'S Alicia‡
Yo nunca suelo ser de las personas que tienden a tener sueños lúcidos y casi no las recuerdo a la mañana siguiente, pero la madrugada después de Halloween fue diferente, en mi sueño era una niña desconocida pero no era de esta época, diría que mi pesadilla estaba ambientada en los años 60s, era Halloween y estaba junto a mi madre—que en realidad no era mi madre, solo en el sueño— vestía un lindo vestido rosa floreado y me decía que me cuidara al ir a pedir dulces.
Salí disparada de mi casa y empezé a pedir dulces en las casas vecinas, estaba feliz porque este año tenía muchos dulces, poco después me encontré con unos compañeros de la escuela, en total fuimos 12 niños recorriendo las calles de Ravenhope. Ya casi anochecía y decidimos pasar por la última casa de nuestro recorrido, ahí vivía una anciana que se hizo algo conocida por fabricar muñecos de porcelana.
Fui la que tocó la puerta y al unisón gritamos el típico "dulce o truco", después de un instante una anciana de un aspecto algo deplorable nos sonrió de forma amable, como si ubiera visto oro frente a sus ojos, en mi sueño estaba cansada y ya quería ir a casa pero la anciana nos pidió amablemente que entramos porque tenía muchos dulces dentro de la casa, al principio lo sobre pensé, pero no tuve más elección que seguir a mi compañeros que ya se encontraban entrando a la casa. No lo pensé más y entré también, lo último del sueño fue el ruido de la puerta cerrándose a mis espaldas, en ese momento desperté de un salto en mi habitación.
Ahora me encontraba pensativa frente al espejo de mi baño, hoy era Lunes pero no me sentía lista para ir a la escuela, estaba algo paranoica sobre lo de el sueño pero decidí ignorarlo al menos por ahora.
— Alicia!!— mi madre gritó desde el primer piso— Te ha llegado un paquete.
¿Un paquete? En realidad no me solía llegar correspondencia, las cartas y los paquetes eran más para mi madre o papá.
Bajé y al final de las escaleras estaba madre con una mirada juzgona y con un paquete de buen tamaño en las manos, no podía esperar a ver qué era.
— Aún no te has vestido— regañó mi madre— Apresúrate para la escuela, yo ya debo ir al trabajo.
Mi madre me entregó el paquete y salió de la casa apresuradamente, en realidad era muy mal visto ver a las mujeres trabajar, todos suelen decir que el hombre es el que trabaja y la mujer debe quedarse en casa a cuidar a los hijos, esa lógica me parece una mierda—al igual que a mí madre—pero espero que ese pensamiento cambie algún día.
Estaba emocionada por abrir el paquete, así que lo puse sobre la mesa de la cocina y no dudé ni un segundo más en abrirlo, dejé a un lado el papel que lo envolvía y pude ver la caja negra de terciopelo, se veía elegante, seguía preguntándome quien la había enviado.
Saqué la tapa y no pude creer lo que veía.
Era una muñeca, pero no era cualquier muñeca, tenía el pelo negro y lacio como el mío, lo único que la difería a mi era que llevaba un vestido antiguo color lavanda y mantenía su sonrisa tierna. ¿Enserio era una versión mía en muñeca?
