†Bienvenidos a Ravenhope el pueblo perdido†
Un pueblo casi desconocido, habitado por personas comunes que tratan de vivir sus vidas en paz y tranquilidad, pero como todos los pueblos Ravenhope tiene un lado oscuro que será descubierto por unos jóven...
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‡POV'S Gea‡
— Vinimos tan pronto como pudimos— dije con la respiración agitada.
Al salir de la escuela recibí una llamada de parte de Lexi, nos dijo que habían encontrado a Sheyla en la casa abandonada. En ese momento se lo dije a Eitan y fuimos directo al hospital donde nos encontrábamos ahora mismo.
— Y los demás?— preguntó Eitan.
— Pearl no contesta, Tabita y Alan dijeron que llegarían después— aclaró Lio que estaba sentado en uno de los asientos del hospital.
— ¿Cómo está ella?— preguntó Alicia con una expresión de preocupación.
— Dormida— dijo Vicente— La sedaron, ella estaba muy asustada y no paraba de decir que en la casa había otra mujer, pero no había nadie, solo...
Vicente paró, se veía realmente pálido, tragó saliva y volvió a hablar:
— Los restos mutilados de alguien en una bolsa— dijo Vicente con dificultad— Aún intentan descifrar de quién es el cuerpo, lo único que saben es que es el de una niña.
Se me revolvió el estómago solo escucharlo, no puedo ni imaginarme por lo que pasó Sheyla, y lo peor de todo es que todo nos lleva directamente a la casa abandonada, ahí donde fuimos la noche de Halloween, donde todo cambió y se tornó más oscuro.
— Voy por café ¿Alguien quiere algo?— preguntó Caden mirándonos.
La verdad nadie tenía ganas de nada, y mucho menos de comida.
Finalmente Eitan acompañó a Caden y Lio fue a un teléfono público para llamar nuevamente a Pearl que aún no había rastro de ella. No podía evitar pensar que algo malo también le haya pasado a ella.
— Hey! ¿Como te encuentras?— preguntó Alicia sentándose junto a mí.
— Algo confundida— miré a Alicia, realmente se veía mal, especialmente mal, durante el tiempo que estuvimos en el hospital la veía que estaba alerta de algo y no dejaba de ver las ventanas.— ¿Tu cómo estás?
— Asustada.— dijo entre suspiros. No pudo haberlo dicho mejor.
— Vaya, la gran Alicia asustada ¿Quien lo diría?— se acercó Lexi con los brazos cruzados.
— De verdad, ¿Masticas agua o algo así? Soy un ser humano y tengo todo el derecho a estar asustada— dijo Alicia más exaltada.
— Chicas por favor, aquí no!— las regañe rodando los ojos.
En ese momento los padres de Sheyla aparecieron se veían cansados y la madre tenía la cara hinchada como si hubiera llorado demasiado.
— Vicente, te estamos muy agradecidos por haber encontrado a nuestra hija, Porfavor si necesitas algo solo dínoslo, estamos en deuda— dijo el padre de Sheyla.