21~Noche Oscura

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2 años después...

Sus ojos mirando a través de la ventana la oscura noche, las casas decoradas, las luces.

Las mezclas de sentimientos y sus manos inquietantes que la delataban. Una mano se posó sobre ella.

— Tranquila Mad todo saldrá bien —Max le sonrió.

Ella sólo volvió a sonreír y mirar hacia el frente.

Se estacionaron en frente de su antiguo hogar.

— Abajo mis reinas —Max se adelantó y abrió su puerta.

Mitzred bajo detrás con un hermoso vestido rojo.

— Estas hermosa Maddie —el se acercó a ella mirando desde arriba hacia abajo.

— Desde que salimos estas repitiendo lo mismo idiota —dijo entre risas.

La pequeña Mitzred salió corriendo y sus padres los esperaban en la puerta.

Caminaron juntos y sus padres los miraban sonrientes.  Dentro de la casa se escuchaban varias voces.

— ¡Abuela! ¡Abuelo! —Mitzred abrazo a su abuela quien le respondió el abrazo de la misma manera.

Su madre había superado aquello que hacia que rechazara a Mitzred, aceptó que las cosas ocurrieron así y que su nieta no tenía la culpa.

Empezó a consentir a Mitzred de la misma forma que lo hacía con sus otros nietos.

— ¡Mi hermosa niña! —su madre la abrazó su cara era de evidente felicidad.

Y era algo que a ella le hacia sentir tranquila. Y no tenía esa incomodidad.

— ¡Mis bellos nietos! —su abuela los saludó alegremente.

— ¡Max! ¡Maddie! —Jacob uno de sus hermanos mayores apareció.

La sala y todos los sitios de la casa estaban lleno de personas.

Ambos mellizos entraron a la sala y todas las miradas cayeron sobre ellos.

La gran mesa navideña ocupaba toda la sala.

— ¡Hermanitos! —Bella los abrazo.

Todos empezaron a tomar asiento.Poco a poco disminuía el volumen y los platos estaban llenos comidas.

La pequeña Mitzred venía corriendo desde la cocina.

— ¡Mami ayúdame! —Mitzred tenía dos coletas y una de ellas se había desarmado.

— ¿Por que te la desarmaste Mitzred? —ella tomó la coleta.

Max le hacía cosquillas provocando que no pudiera terminar de peinar la.

— ¡Papi déjame! —Mitzy se movía sin parar— ¡papi!

— ¡Max! ¡Déjala! —sintió que las miradas caían sobre ellos.

— ¡Maxmilian deja a la niña en paz! —Bella se encontraba sentada en frente de ellos.

Y así empezó su noche navideña. Todos comían y conversaban. Comían alegremente.

Hasta que apareció la Mitzred llorando. Su cara estaba colorada de tanto llorar.

— ¡Hija! ¿Que sucedió Mitzy? —Max la sentó en sus piernas y ella le limpiaba su rostro.

— Me están... di-diciendo cosas... feas esos niños —decía entre llantos.

Max abrazaba a su hija y se encontraba serio.

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