Narben

II~ Duelo

Max dormía a su lado tranquilamente. Muchas veces uno se dormía antes que el otro, eran la compañía del otro.

Sus padres lo permitieron sabiendo del duelo que pasaban los dos aunque no querían que vivieran de esa manera eternamente.

Se levanto y miro hacia el gran árbol que había en el patio.

<<El ultimo cumpleaños de Mitzred>>

Salió de la habitación, bajo y encontró a sus padres desayunando.

— Buenos días hija —su madre sonriente se acerco a ella para depositar un beso en su mejilla.

Su padre le sonrió de la misma forma.

— Hija se que el duelo de su pequeño ángel es duro... —empezó a decir su madre que se le cristalizaron sus ojos.

— Tu madre y yo pensamos que tu hermano y tu tienen que vivir sus vida —su padre hablaba lo mas despacio que podía— se que todo lo que vivieron fue demasiado duro pero pensamos en ustedes y lo jóvenes que son aun...

— Lo se papá... —antes que empezara a hablar apareció Max.

— ¿Otra vez con lo mismo? —pregunto el seriamente.

— No es lo mismo Max —hablo dirigiendo su mirada a el— Mitzred ya no esta aquí... tu y yo no tenemos ninguna obligación... 

— ¿Qué dices Maddie? —el se acerco a ella.

Sus padres miraban la escena sorprendido por lo que ella acababa de decir.

— Lo que escuchaste cada uno tiene que empezar a hacer su vida Maxmilian —termino de decir esto y salió de allí.

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Y eso fue el inicio de lo que iba terminando su relación. 

Max no le dirigía la palabra solo se limito a llevar parte de sus cosas a su cuarto.

Esa misma tarde se dirigieron al antiguo departamento donde habían vivido con su hija.

El viaje silencioso y la tensión en el aire.

Abrieron la puerta todo estaba como lo habían dejado meses atrás.

Sobre la pequeña mesa donde comían estaban los dibujos de Mitzred.

— Nuestra pequeña quería volver a casa —dijo Max con la voz entre cortada.

Agarro el dibujo que habíamos colgado en la pared.

Las lagrimas no tardaron en salir. Como el día en el que tuvo que enterrar a su hija sus piernas se volvieron débiles, se apoyo sobre la mesa, algunos dibujos cayeron al suelo.

Max se acerco a ella intentando que se levantara.

No necesitaron palabras era ese llanto de dolor y esa herida que nunca parecía cicatrizar.

Abrazo la cintura de su hermano fuertemente como si eso pudiera aliviar el dolor de su pecho.

— Duele Max... —dijo entre sollozos.

De la misma forma el la abrazaba, tratando de aliviar el dolor, ese dolor compartido.

Así estuvieron unos minutos largos. Tomaron sus pertenencias, incluyendo las de Mitzred.

Cargaron las cosas en el auto, se quedo mirando hacia el edificio tratando de memorizar cada parte del lugar.

— Vamos Mad —el se acerco a ella depositando un beso en su cabeza.

Al darse vuelta levanto su mirada sentía como si alguien los estuviera observando.

— Max... —el recién nombrado la miro.

— Sube Maddie —el miro por el vidrio retrovisor del auto.

Al subirse vio como el tipo desapareció de allí...