16~Los Dos

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Unos llantos provenían de la habitación donde estaban los bebés y los niños.

— ¡Ve a ver que sucede! —dije mirando a Alika que se encontraba inmóvil mirando hacia el pasillo.

Hacia poco tiempo que Alika había dado que luz a una hermosa bebé.

— No puedo ir —dijo ella moviendo sus manos con nerviosismo.

Los bebés no debían tener trato con sus madres, algo que a mi me parecía injusto.

Me acerque hacia el pasillo pero por el cruzaba una soga que salía hacia la ventana.

Me asomé para ver y llevé una mano a mi boca, empecé a correr desesperada hacia afuera.

— ¿A donde vas? —gritó la asiática que siempre estaba detrás de un viejo escritorio.

Ignore su pregunta y salí de allí de todas formas, los guardias que estaban parados en la puerta me siguieron.

Empecé a llorar al ver la escena Sammy colgaba de la ventana con una soga atada al cuello.

Tome con fuerza mi barriga y caí de rodillas al suelo.

Me acompañaron hacia mi celda y me recosté sobre el colchón. Allí me quedé pensando en todo lo que había ocurrido.

Hasta que llegó la noche y mi hermano llegó.  Max se acercó a mi preocupado y tomó mi rostro entre sus manos.

— Dime que están bien —hablo el mirando mi rostro.

— Sammy se suicidó —dije para luego romper en llantos.

Lo sucedido con Sammy nos había dejado impactados a los que vivíamos allí, al hombre que abusaba de ella lo había trasladado a otro sitio.

Y sólo habíamos quedado nosotros cuatro, los planes del escape estaban cada vez más sólido.

Max había dibujado algo en el suelo de la celda mientras yo me encontraba de pie mirando hacia la ventana.

— Lo tenemos casi esta todo listo... —dijo Max contento— Luego de que tu tengas el bebé nos iremos de aquí Mad...

El se puso de pie y se paró a mi lado. Me quedé pensando en lo que acababa de decir.

¿Max quería quedarse con el bebé?

— La noche de los banquetes llega un camión y nadie se dará cuenta solo que tardamos mucho tiempo en llegar a la valla...

— ¿Pero a donde iremos Max? ¿Y si más allá hay otra valla? ¿u otro lugar peor que este? —pregunte desviando mi mirada.

— Todo estará bien nos iremos los cuatro de aquí —hice silencio por un momento.

Senti una leves punzadas a un costado de mi vientre, Max seguía hablando y no se había dado cuenta que no le estaba prestando atención.

<<Seguro deben ser tus pataditas bebé >>

Pose una mano sobre mi panza y mi hermano se volvió a mi.

— ¿No me estas escuchando? —insistió Max.

— Yo... —y otra punzada y un líquido se deslizó por mi pierna— ¡Ah!

— ¡Maddie! ¿Que sucede? —dijo agarrandome de la cintura para evitar que cayera.

— Creo que quiere sal...¡AH! —volvi a gritar y acompañada de otra punzada.

Los dos salimos hacia el pasillo pero la puerta estaba cerrada y con candado.

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