Juliana
Te amaba entonces. Te amo ahora. Y siempre lo haré...
Las palabras de Val actualmente se reproducían en mi mente, y cada recuerdo que alguna vez habíamos compartidos, venía a mi mente.
Desde el momento en que me empujó fuera de los columpios cuando estaba en el aire en cuarto grado, a todas las veces que había llegado a mi habitación y pasado la noche mientras lloraba sobre otra cita de ruptura o algún desastre en la universidad.
Mientras yacía encima de ella, nuestras manos se encontraban entrelazadas después de largas horas de sexo de reconciliación, me preguntaba cómo alguna vez iba a irme. Tenía que haber alguna excepción para volver a la escuela tarde sin sanción, alguna cláusula especial sobre tener a tu mejor amiga diciéndote que te ama y que se te permitiera tomar un tiempo adicional de descanso.
Incluso si no lo había, tuve la tentación de llamar al decano y preguntar si podía ser la primera.-¿Estás bien? -Valentina apartó un mechón de cabello de mi cara.
Asentí.
-¿Por qué estás tan callada, entonces? ¿En qué estás pensando?
-Francia.
Sonriendo miro directamente a mis ojos - Vas a regresar a la escuela a tiempo Juls, y por mucho que me gustaría que lo hagas, no voy a permitir que te quedes-
-¿Qué te hace pensar que quería quedarme? -pregunté-. En realidad estaba pensando en cómo no puedo esperar para volver.
-En ese caso, te puedo llevar al aeropuerto en este momento. -Sus ojos se curvaron en una sonrisa, e hice rodar mis ojos, incapaz de seguir la farsa.
-Sólo tengo tres días y medio aquí de vacaciones -dije en voz baja-. Siento que perdí la mayor parte de mi tiempo estando enojada contigo.
-No, lo perdiste estando con Sean.
-¿Crees que alguna vez va a hablar conmigo de nuevo?
-¿Crees que voy a hablar de él nuevamente? -Me dio una mirada inexpresiva-. ¿En la cama de todos los lugares?-Correcto. No me hablaría tampoco.
-Lo superará -Me quitó de encima y me atrajo hacia su lado-. Dime todas las cosas de que he perdido.
-¿Qué quieres decir?
-Quiero decir -dijo pasando los dedos por mi cabello-. Aparte de la escuela, no tengo ni idea de lo que has estado haciendo todos estos meses. Dímelo todo.
-¿Quieres que te dé detalladamente lo que hago todos los días?
-Con el tiempo, pero preferiría empezar con algo simple, como, qué te hizo cortarte el cabello.
-¿No te gusta?
-Jodidamente me encanta. -Pasó sus dedos a través de él-. Sólo tengo curiosidad. Lo has tenido de la misma forma desde el primer año.
-Nunca pensé que realmente prestabas atención a mi cabello.
-No lo hice. -Sonrió.
-Bien, mi compañera de cuarto lo sugirió. Dijo que conseguir una nueva imagen me ayudaría a empezar otra vez luego de que algúna idiota hiriera realmente mis sentimientos. También, que un nuevo corte de cabello y estilo era el primer paso para olvidar todo acerca de ella.
-¿Funcionó?
-Absolutamente. No he pensado en ella desde entonces.
Nos reímos y se sentó, tirando de mí lentamente.
Ya que sólo tenemos tres días y medio -dijo-, ¿cómo quieres pasarlos?
-Aquí está bien.
Levantó una ceja. -¿Estás insinuando más sexo?
-No. -Me sonrojé-. Pero si así fuera, no creo que sea un gran problema. ¿Verdad?
-No, pero... -Su voz se apagó, se puso de pie y se acercó a su cómoda.
Agarró el teléfono y golpeteó la pantalla unas pocas veces, murmurando palabras que no entendía. Cuando terminó de hablar, se puso un par de pantalones.
-¿Por qué me miras así? -Sus ojos finalmente encontraron los míos.
-Estoy confundida. Sólo te dije que quería quedarme en la cama y...
-¿Tener sexo? -Sonrió.
-Sí, y estoy bastante segura de que ponerse más ropa no necesariamente ayuda con esa ctividad.
-No -dijo, dando un paso hacia mí-. Pero como puedo garantizar personalmente que vamos a pasar tus últimas veinte cuatro horas aquí haciendo eso, estaba pensando que podríamos intentar algo más para los otros dos días y medio.
-¿Algo más como qué?
Se agachó y arrastró sus dedos contra mis labios. -Como una de esas "citas" de la escuela secundaria, excepto que estaremos con la persona adecuada en esta ocasión. ¿Crees que ese tipo de cosas sigue siendo popular?
-Sí... -Mi corazón se agitó contra mi pecho-, creo que sin duda lo son.
-¿Sin embargo, te importa si pasamos por alto la parte del cine? -
preguntó-. No recuerdo que esa parte fuera muy bien para ti antes.
Me reí y agarré una almohada, tentada a pegarle en la cabeza pero la agarró y arrojó al otro lado de la habitación.
-Vístete -dijo-. No quiero perder esta noche. -Plantó un beso más en mis labios antes de dar un paso atrás y abrir su cómoda.
Eché un vistazo a mi camisa arrugada y falda ligeramente rota en el suelo, sabiendo que no había manera de que pudiera usar cualquiera de ellos.
-¿Par casualidad guardas alguna de las cosas que escondí en tu cajón el verano pasado? -pregunté.
-Por supuesto que no lo boté. -Abrió su armario y hojeó las perchas, sacando una sudadera con capucha de color rosa y jeans.
-Gracias -contesté, manteniendo mis ojos en ella mientras me vestía. De alguna manera, parece más sexy con cada segundo que pasaba. Como si estuviera leyendo mi mente, me devolvió la mirada. -Si no pones el resto de tu ropa vamos a tener que quedarnos aquí esta noche.
-Sigo sin ver cómo eso es algo malo.
-Cinco minutos, Juls. -Se dio vuelta y tomó las llaves del auto-.
Apúrate.
-Está bien. -Tiré la capucha sobre mi cabeza y me deslicé en mis zapatos. Agarré mi teléfono y me di cuenta que había un nuevo mensaje de texto. Mi madre.
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By your side
ЧиклитJuliana ha sido mi mejor amiga desde la infancia y a traves de los años y a pesar de lo que digan, nunca hemos cruzado la linea. Hasta que una noche todo cambio. Solo amigas... Solo somos amigas... Solo estoy diciendo esto hasta averiguar si sigue...