Enamorada.

2.3K 243 8
                                    

Valentina.

Actualicé la bandeja de entrada de mi correo electrónico y otra vez, esperando una respuesta, sabiendo que no habría ninguna. Estaba sentada en una cabina en The Book Bar, fingiendo escuchar a mi mucho más viejo primo, Sam. Era la única persona de mi destrozada familia con la que hablaba cada cierto tiempo. Había estado allí cuando perdí a mi padre, cuando mi mamá se fue, y se aseguró de venir a visitarme al menos dos veces al año, no importa cuán agitado era su horario.

—¿Valen? —Hizo un gesto con la mano delante de mi cara, consiguiendo mi atención—. ¿Estás allí? ¿Estás escuchando? –
—Apenas… Lo siento. ¿Qué estabas diciendo? –
—Nada. —Negó con la cabeza—. Pero ahora que tengo tu atención, creo que necesitas acostarte con alguien. ¿Cuánto tiempo ha pasado? –
—¿Quién sabe? Cada día parece mezclarse con los ootros.—
—Te lo advertí sobre la escuela de derecho, te dije que iba a ser aguafiestas.
—¿No eres un abogado?—
—Todos somos abogados. —Se rió—. Estoy seguro de que tu papá estaría orgulloso.—
—Mi papá a veces estaba lleno de mierda.—
—Lo estaba. —Tomó un sorbo de cerveza—. ¿Sin embargo, cuál es la verdadera razón por la que estas pareciendo como una amargada? Por lo general, cuando vengo a verte, salimos a fiestas. No hemos hecho esa mierda hace tiempo, sino que pasamos el rato en la playa y bebemos. –
—Eso suena tan lamentable… --
—Es por alguien como tú. ¿Qué pasa? Por favor no me hagas adivinar. –
—Puedes tratar si quieres—
—Está bien, genial. —Ordenó otra ronda de cervezas—. Realmente no deseas ser una abogada. ¿Quieres dejar a todo el mundo atrás y rodar una exótica porno para ganarte la vida? –
—¿Qué? No… La facultad de derecho está bien.—
—Solo estoy comprobando. —Rió—. Está bien, no espera. Lo tengo. ¿Otra chica te dejó por ser una idiota?. –
—Sorprendentemente, no. –
—Está bien, entonces… ¿Otra chica te dejó por hablar demasiado con Juliana?.—

Mi mandíbula se apretó al oír el nombre de Juls.

—¿De nuevo, Valen? —Negó con la cabeza—. ¿Cuántas veces vas a hacer el mismo error?. –
—Eso no es todo. —Hice una seña al camarero por otra bebida. –
—Bueno, si eso no es todo, ¿Qué es?—
—Dijiste que estabas adivinando. –
—Bien, um… no sé. Qué, ¿estás enojada por algo con Juliana?.-

Asentí.

—Está bien, ¿entonces? —Se carcajeó—Es Juliana. Lo superará eventualmente, estoy seguro. No es como si te acostaste con ella.—

No dije nada. Sus ojos encontraron los míos y él malditamente se ahogó con su cerveza.

—Mierda. ¿Tuviste sexo con Juliana? No le respondí.
—Han dormido juntas ¿no? ¿Lo hicieron—
—¿Te das cuenta que estás haciendo la misma pregunta dos veces, cierto?.—
—Es un hábito de un abogado de sala. —Me deslizó una de sus cervezas y abrió una nueva—. De todos modos, ¿Cuándo sucedió? Como, ¿cuándo empezó? –
—Hace unos meses. –
—Mmmm. —Negó con la cabeza—. Bueno, sinceramente, ojala pudiera decir que estoy sorprendido pero… solo me sorprende que les tomo tanto tiempo en hacerlo.   
Lo miré.
—No estás ayudando. –
—No estoy aquí para ayudar. Estoy aquí para usarte como compañera de fiesta y divertirme. No estás ayudando con eso…

Levanté la mano para otra bebida.

—¿Ustedes tuvieron sexo solo una vez? —preguntó.
—Más de una vez —dije. Mucho más de una vez…
—¿No hubo un “por fin vi la luz” o un “te amo” al final.—
—No…
—¿Por qué no? —Tomó un sorbo de cerveza.
—Tenía mis razones…
—¿Tus razones? Por favor. Si se tratara de cualquier otra persona, podría ser capaz de creértelo. ¿Pero ustedes dos? —Negó—. Ambas son demasiado estúpidas para darse cuenta de que han estado enamorada la una de la otra toda la vida.
Le di una mirada en blanco.
—¿No me crees? —preguntó.
—No tengo que hacerlo. Estoy bastante segura de que si estuviera enamorada de ella durante toda mi vida, no habría salido con nadie más…
—Uno —dijo, contando con los dedos—: en sexto grado, en su fiesta de cumpleaños y eras la única que fue.
—¿Y? –
—Entonces, para tu fiesta de cumpleaños, solo la invitaste a ella para vengarte de todas las personas que faltaron el año anterior. Incluso le diste la invitación delante de todos en la escuela, incluyendo a tu novia del primer beso.
—Solo estaba siendo una buena amiga.—

—Dos: no puedes durar en cualquier relación, porque comparas inconscientemente a cada mujer con la que sales con tu Juls, aun cuando sabes que nunca serás completamente abierta si ellas están a la altura. –
—Tengo la desafortunada tendencia a recoger mujeres malditamente locas. Nunca las comparo con Juls.—
—Tres: si te llama, respondes de inmediato y luego vas corriendo a donde quiera que te lo pida. –
—Cualquier mejor amiga haría eso. –
—¿En medio de una cita? ¿O justo después de tener sexo con tu novia? —Cruzó sus brazos—. No lo creo.

No dije nada.

—Eso es lo que pensaba. Ahora que has aceptado algo de la verdad, ¿quieres la más maldita obvia razón de estar enamorada de Juliana y siempre lo has estado? –
—En realidad no. Me agarró el brazo y señaló la pequeña J.
—¿Alguna razón porque nunca lo cubriste?
—Me lo hice cuando estaba borracha. Se convirtió en una buena historia. –
—¿Para quién, Valen? Ninguna futura esposa o novia va a pensar que es una buena historia y malditamente lo sabes.-

Me encogí de hombros.

—Nunca de mis anteriores novias se quejaron alguna vez conmigo al respecto. -

—¿Sabes qué? Salgamos de aquí… —En realidad sonaba amistoso—. Lo tienes mal, y voy a necesitar un compañero mientras estoy de viaje. Valen sumisa y enferma  de amor no me va a ayudar en nada…

By your sideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora