JULIANA
No podía dejar de llorar.
Mi corazón se sentía pesado y no importaba cuántas veces me secara las lágrimas, más de ellas caían por mi cara. Una parte de mí deseaba estar sentada en el auto y no en primera clase por lo que sería más fácil ocultar mi dolor, así los asistentes de vuelo no serían tan comprensibles y dejarían de ofrecerme bebidas interminables y miradas de simpatía.
Empecé a preguntarme si la angustia estaba escrita por toda mi cara, si los otros pasajeros de mi cabina podían verlo. Las palabras de Val,
“Lo siento... Te amo, pero no de esa manera”, no dejaban de reproducirse a sí mismas en mi cabeza, y no podía dejar de mirar su último texto:
Sí. Fue sólo sexo.
Tenía la esperanza de que mediante esas palabras me estuviera jugando una broma cruel, porque todavía no podía creer que se sintía diferente a como lo hacía yo…
Había pensado que la forma en que me miraba cuando hacíamos el amor significaba algo, que la forma en que me trataba (mejor de lo que nunca nadie jamás con quien salí) era indicativo de algo más. Algo mucho más entre nosotras.
—Aquí tienes… —Una azafata dejó otro paquete de pañuelos desechables en mi regazo—. ¿Quieres otro vaso de jugo?
—No… —sollocé—. Estoy… —Hice una pausa. Probablemente nunca la volvería a ver o a cualquiera de las personas en este momento de nuevo en mi vida—. ¿Puedes darme dos vasos de tu licor más fuerte? En realidad, ¿pueden ser cuatro? –Parecía como si fuera a recitar alguna línea de la compañía, pero sonrió en su lugar. —Vuelvo enseguida. –
Volviendo a hacer frente a la ventana, me quedé mirando el ala del avión cruzando a través de las nubes. Esperaba que los cuatro vasos de alcohol fueran suficiente para hacerme dormir durante las horas restantes de este vuelo sin soñar.
Por otra parte, si lo hiciera, esperaba que las imágenes me mostraran retrocediendo en el tiempo y no hablando con Valentina tanto. Tal vez si nunca hubiéramos tenido la oportunidad de cruzar la línea, esto nunca habría ocurrido.Desplazándome a través de mis recuerdos con ella, localizando uno que definitivamente habría evitado mi angustia. No fue porque borrara cualquiera de nuestras llamadas telefónicas nocturnas o correos electrónicos, o por orbitar a su alrededor cuando estábamos en la escuela secundaria; lo que estuvo haciéndome decidir ir a una universidad cerca de ella.
No debí haber hecho eso nunca…
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By your side
ChickLitJuliana ha sido mi mejor amiga desde la infancia y a traves de los años y a pesar de lo que digan, nunca hemos cruzado la linea. Hasta que una noche todo cambio. Solo amigas... Solo somos amigas... Solo estoy diciendo esto hasta averiguar si sigue...