Entre Adderall y Condones

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VALENTINA

PRESENTE.

El sexo no es suficiente ya…

Sacudo mi cabeza mientras mi novia actual, Sofia, corre en círculos alrededor de mí en la playa. Vestida en un brillante traje de baño rojo, sonríe mientras me salpica, obteniendo la atención de los otros chicos celosos que están cerca. De vez en cuando, cuando le sonreía de regreso, desataría la cámara de su muñeca y se pararía a mi lado, sosteniéndola en alto sobre nosotros mientras gritaba “¡Momento de Selfie! ¡La pareja más linda!”. Para ser honesta, todo sobre esta mujer era malditamente perfecto en el exterior. Era increíblemente hermosa con sus ligeros ojos verdes y labios rellenos; tenía una risa contagiosa que podía hacer que la persona más hosca sonriera, y su sentido del humor era muy similar al mío. Tenía una personalidad burbujeante que podía hacer a cualquier extraño creer que ella era su mejor amiga en el primer encuentro, y detrás de puertas cerradas, su deseo sexual era casi más alto que el mío. Ahí fue donde sus buenas cualidades terminaron, y desafortunadamente, me di cuenta de ello demasiado tarde. Algunos meses después de empezar a salir seriamente, su verdadero carácter comenzó a mostrarse: primero, encontré que su personalidad burbujeante no era tan “natural” después de todo; era un efecto secundario del Adderall,  del cual abusaba constantemente. Segundo, tenía el hábito de escribirme a cada hora del día con: “Te extraño, nena ¿Dónde estás?”, siempre que no estábamos juntas, Si no le respondía en tres minutos o menos, me escribía repetidamente: “¿Estás muerta? ¿ESTÁS. MUERTA?”; y por último, la razón por la que definitivamente terminaba esta relación más pronto que tarde, era por su nuevo y extrañamente ridículo fetiche del sexo. Le gustaba arrastrarse en cuatro patas alrededor de la habitación y maullar como un gato antes y después del sexo. Incluso “maullaba” al terminar.
Alguna mierda sólo no se podía manejar a largo plazo…
—¡Oye, tú! —Sofia me salpicó, sacándome de mis pensamientos—. ¿Qué estás pensando? —Muchas cosas… —admití.
—Eso es el porqué me gustas, Valen. —Me sonrió—. Siempre en pensamientos profundos, pensando sobre cosas profundas… —Sostuvo la cámara sobre nosotros—. ¡Selfie de pensamiento profundo! —
--Correcto… —Esperé hasta que tomó la foto—.
¿Estás lista para regresar ahora?
—¡Casi! Dame cinco minutos. Quiero caminar más lejos y sentir las olas contra mi pecho por última vez. Asentí y la observe deslizarse en el océano, haciéndome señas para que me uniera a ella, pero simplemente forcé una sonrisa y me quedé atrás. Aún pensaba, aun preguntándome por qué nunca pude llegar más lejos de la marca de los seis meses con cualquier mujer con la que salí, por qué nunca pude encontrar suficiente fuerza para quedarme un segundo más.

—¡Está bien! —Sofia me encontró en la orilla—. Estoy lista para regresar ahora si tú lo estás, sé lo que realmente tienes en mente… —Presionó su mano contra mi entrepierna—. Miau…
¡Jesús.¡
Moví su mano lejos y la estreché, dirigiéndola hacia mi lugar. —¿Qué piensas sobre ir a los Everglades mañana? —preguntó ella. --
—Creo que nosotros necesitamos hablar sobre mañana… de hecho tenemos mucho de qué hablar. —Awww. —Apretó mi mano—. Eso suena como que por fin me dejarás entrar y me dirás tus profundos, oscuros secretos…
—No tengo ningún profundo, oscuro secreto. —
--Bueno, de lo que quieras hablar mañana, ¿podemos no hablar de ello en Gayle’s? —
--¿Qué? —Miré sobre ella y levanté mi ceja—. ¿Por qué no? —
--Porque, aunque amas la comida de ahí y yo también, odio ese lugar. Como estar ahí, ¿sabes? —
--No realmente… —
--Es sólo que siento como que no es nuestro lugar de pareja, ¿sabes? Cada pareja necesita su propio lugar tipo “¡Oh, mi Dios! este es nuestro lugar”. Hablando de la bruja, pensaba en que necesitamos postear más fotos de nosotras juntas en Facebook. Estaré posteando las que tomamos hoy, el día de mañana. ¿Qué piensas de la captura: ¡OMG! Mi novia me llevó a un viaje sorpresa a la playa, #EllaMeAma, hasta #NoSeanCelosos, hasta el #SiempreGastaDineroEnMi?
--La playa es gratis…
Ignoró mi comentario y continuó balbuceando, eventualmente cambiando de nuestros perfiles de redes sociales a como tan mal quería montarme esta noche, pero en el segundo en que llegó a mi lugar, colapsó en la cama y se quedó dormida. Aliviada, tomé una cerveza de la nevera y me recargué contra el mostrador. Necesitaba pensar en pasar a través de la ruptura mañana. Necesitaba ser corto, rápido y al grano.
—No eres tú, soy yo… No estoy segura si soy realmente la mujer que estás buscando… Está bien, mira. Esa mierda rara que haces…
No, no. Necesito ser diplomática sobre eso… Ummm Lo busqué en Google: “Top de diez mejores maneras de romper con alguien”, pero el buscador se bloqueó y una llamada entró en su lugar. Mi mejor amiga, Juls—
--¿Hola? —contesté. —Miauuuuu…. —susurró—. Miauuu… ¡Miau! —Jódete, Juls Se rió. —¿Estás ocupada ahora? ¿Interrumpo algo?--
—No, en absoluto. —Caminé hacia mi habitación y toqué la pared para ver si sofia se había despertado—. Acabo de volver de la playa. Sofia se durmió tan pronto como regresamos. —¿Comió mucha hierba para gatos? Eso me pasa todo el tiempo—
. —¿Hay un punto para esta maldita llamada, Juls? —
--Lo hay. —Se ríe—. Lo hay.
—¿Quieres compartirlo antes de que te cuelgue?
—Si… creo que finalmente quiero tener sexo con Daniel, esta noche
—Está bien. Entonces ve y finalmente ten sexo con Daniel esta noche.
—No, no, no… —Su tono era más serio ahora—. Sólo no estoy segura si debería o no, ¿sabes? Estoy teniendo una clase de vibra… —
--¿Qué clase de vibra? —
--Que no es una buena idea, que no es el momento correcto. Suspiré. Juliana siempre necesitaba hacer una sesión interna cuando consideraba dormir con alguien. Todo tenía que ser medido en términos de riesgo y retornos, hasta “la intensidad de los besos”, “la longitud media y la calidad de las citas” y “el factor de relación a largo plazo”. Incluso aunque lo negara, sabía que tenía una hoja de cálculo en su teléfono para seguir todos esos ridículos factores, y que pudiera seguirlos de nuevo cada vez que salía con alguien.
—Mira —dije—, si no quieres dormir con él, no lo hagas. Dile que no estás lista aún. --
—Sin embargo, ¿piensas que estará bien con eso? Hemos estado juntos ocho meses.--
—¿Qué? —Casi me atraganto con mi cerveza—. ¿Han sido ocho meses?--
—¿Ves? Esa es la cosa, y sé que el siente que esta es la noche desde que he hecho alusión a ella, pero… no lo sé. No estoy segura si vale la pena el riesgo. No quiero quemarme de nuevo.--
—Espera un minuto. —Sacudo mi cabeza—. ¿Dónde estás ahora?
—En el apartamento de Daniel
—¿Y dónde demonios está él?
—Fue a la farmacia a conseguir algunos condones.
—Al menos su corazón está en el lugar correcto… —Rodé mis ojos—. Sin embargo, seriamente, si no estás cien por ciento segura, sólo dile justo lo que me dijiste. Tendrá que entenderlo.
—¿Y si no lo hace?
—Encuentra a alguien que si lo haga... —Correcto —dijo—.
¿Sigues pensando en romper con Sofia  este fin de semana, o vas a tratar de hacerlo funcionar? —
—No. —Camino a la puerta de mi habitación y cierro la puerta completamente antes de responder—. Está definitivamente terminado. No lo siento más, y estoy cansada de todo esto más allá de la discusión, su locura errática, y sentir que tengo que comprobar hora por hora.
—Esta es tu cuarta ruptura en un año. Creo que es tiempo de que te des un descanso de la cosa de las novias.
—No te preocupes —dije—, he llegado a aceptar que no soy de relaciones, y estaré haciendo mi estatus de soltera muy claro para mañana. De todos modos, necesito estar soltera y disfrutar la vida antes de que la escuela de Leyes comience. –
—Así que, ¿dices que serás una libertina este verano? –
—Estoy dando esa impresión. —Sonreí—. Hay una diferencia.—
—No realmente… ¡Oh! Me tengo que ir. Daniel se detuvo en la entrada, así que te llamaré mañana. ¡Adiós! –
Colgué y agarré otra cerveza del refrigerador. Mientras cerraba la puerta, un plato pasó rozando mi cabeza a milímetros de mi oreja. Golpeó el muro y se rompió sobre el piso. —¿Qué demo… —Me giré para ver la roja cara de Sofia—
—. ¿Qué demonios está mal contigo?--
—¿Conmigo? —Arrojó otro plato a mi cabeza y falló—. ¿Qué está mal conmigo? ¿Qué jodidos está mal contigo? --
—Sólo una de nosotras está actualmente usando platos como potencial arma de asesinato justo ahora…
—¿Romperás conmigo mañana? ¿Días antes de la graduación? –
—Si digo que sí, ¿te detendrás de lazarme mis malditos platos? Lanzó otro, pero aterrizó cerca de la estufa

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