Tu mi primer beso

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Juliana.

Miré por la ventana, suspirando mientras una fuerte lluvia caía sobre la ciudad. Había llovido durante toda la semana, y aunque el transporte público funcionaba en un horario  retrasado, mis profesores se negaban a ser indulgente con respecto a las tardanzas.

Mi profesor de pastelería dijo algo como: “La lluvia afuera no afecta a los hornos en el interior”.
Oh… Por favor, haz que este clima se aligere para mañana…

Después de ver a uno de mis vecinos perseguir a su hijo en los  gigantescos charcos, me puse de pie y me acerqué a mi calendario colgado en la pared. Marqué una “X” sobre la fecha de hoy y dibujé mi corazón de siempre cerca del borde del cuadrado. No importaba cuántas veces hiciera esto, la cuenta regresiva para que Val viniera a verme aún parecía demasiado lejos.
—¿Juli? —Mi compañera de cuarto,  de repente entró en mi habitación—. ¿Puedes hacerme un favor mientras estoy fuera esta noche?
—Por supuesto. ¿Qué es?
—¿Puedes hacer cincuenta bolas de una pulgada de masa y congelarlas? Las necesito para la clase de preparación mañana en la noche.
—Sólo si me das una muy buena razón de por qué no puedes hacerlo tú misma.
—No tengo una razón. —Se cruzó de brazos—.  Será para pagarme cuando hice lo mismo para ti el semestre pasado. ¿No recuerdas?
Le di una mirada en blanco, pero definitivamente recordaba. En más de una ocasión preparó la masa para mí, cuando mi dolor fue demasiado duro para funcionar fuera del aula.
—¡Me lo tomaré como un sí! —Juntó sus manos—.  Te lo contaré de mi cita más tarde, y me dirás acerca del sexo por Skype con Valentina? —
Sonrió—. ¿Realmente eso les ayuda a lidiar con la distancia? Quiero decir, ¿alguna vez consigues un orgasmo por eso?
—¿Qué? —Sentí mis mejillas enrojecerse—.  No tengo sexo por Skype.
—¿No lo haces?
—No, nos limitamos a hablar y ponernos al día. Eso es todo.
—Mmmm. —Se tocó el labio—.  Por lo tanto, todos esos gemidos y murmullos de “Val… Oh dios, Val” es simplemente tu versión de…
—¿No dijiste que te ibas? —la interrumpí, haciendo una nota mental para mantener mi voz diez veces más baja a partir de ahora—. ¿No deberías estar yendo a donde tienes que estar?
—Lo sabía. —Puso su mano sobre su pecho y me reí—.  Dile a Valentina que le dije hola cuando sea que llame. Voy a traerte algún postre. ¿Tiramisú?
—Perfecto. —Esperé a que dejara el piso, hasta que realmente la vi alejarse a través de mi ventana antes de tomar a mi portátil y llevarlo a la cocina.
Tan pronto como aplasté el primer lote de masa, una llamada apareció en mi pantalla. Valentina.
Pulsé “aceptar” y esperé a que la imagen se aclarara.
—Hola —dije cuando sus ojos se encontraron con los míos, mientras  la pantalla se movía arriba y abajo—. ¿Estás caminando?

Asintió.

—Me dirijo por el campus para cerrar mis ventanas. Empezó a llover de la nada. ¿Qué estás haciendo?
—Una tarea de compensación. —Levanté un rodillo—. Heather salió  esta noche. Hablando de eso, ¿cómo es que nunca me has contado lo ruidosa que soy cuando um… —Le di una mirada de complicidad.
—¿Cuándo qué, Juls? —Sonrió. —¿Qué tipo de mirada estás tratando de hacer en este momento?
—¡Pensé que Josh inventaba cosas! —dije—. ¿Soy realmente tan ruidosa?

Se rió.

—¡Val! ¿Lo soy?
—Lo eres. —Todavía estaba riendo—. Sin embargo, no me molesta.
—Por supuesto que no te molesta. —Rodé los ojos—.  Gracias por ser  un verdadera mejor amiga, y no esperar hasta el último minuto para decirme al respecto.
—De nada. ¿Todavía llueve allí?
—Por desgracia. Me puedes devolver la llamada, ya sabes. Puedo  esperar hasta que estás dentro.
—Estoy bien. —Ignoró mi comentario—. ¿Cuánto tiempo estará fuera  tu compañera de cuarto?
—Durante toda la noche, probablemente —dije, empujando la masa por encima del mostrador—. ¿Quieres ayudarme a practicar a ser más callada?
—No, en absoluto. —Su cámara finalmente dejó de señalar arriba y abajo—.  Quítate la camisa.
Sonreí y lentamente quité mi camisón, revelando un sujetador de color rojo brillante.  Se quedó en silencio por un momento, viéndose como si lo matara no estar aquí, como siempre. —Recoge tu cabello para mí.
—¿Recogerlo?

By your sideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora