Charlotte

Capitulo 9

Mohammed

Desde que era un niño sabía perfectamente que no puedo casarme con otra mujer que no sea Charlotte. Mi padre siempre me lo recordaba en cada oportunidad que podía. A pesar de eso nunca me faltaron las mujeres, aunque de un simple noviazgo o una aventura no pasaban mis relaciones sentimentales.

En los últimos diez años he viajado en varias ocasiones para ver a mi futura esposa. Siempre la observé de lejos porque no tenía el valor de acercarme a ella, aunque sea para conversar.

Cuando llegue a la mansión de los Saavedra muchas emociones me invadían por el hecho de estar cerca de ella. Mi padre junto con Matías hablaban sobre las acciones de los hoteles mientras que yo solo quería verla.

Me sorprendí bastante en el momento de encontrarla golpeándose con sus hermanos por unas galletas. Pensé que la conocía a la perfección, sin embargo, solo conozco una parte de ella.

Justo ahora estoy en la sala principal de la mansión Saavedra junto con la Señora Isabel.

-Charlie es diferente a todas las chicas, creo que ya te disté cuenta de eso. Desde que era pequeña sabía que mi niña sería una gran mujer. Disculpa si ella está un poco inestable emocionalmente pero hoy se cumplen cuatro años de la muerte de su ex novio-dice Isabel tomando un poco de café.

El noviazgo de Elías de la Garza y Charlotte Saavedra, por mucho tiempo las personas los consideraban la pareja perfecta. Los hijos de dos grandes empresarios de México tenían la relación perfecta.

Recuerdo las pocas veces que los vi juntos. Elías no merecía el amor de Charlotte.

-¿Podría contarme un poco sobre la relación que tuvieron?-le pregunto mientras agrego un poco de azúcar a mi café.

Yo sé perfectamente cada detalle sobre esa relación y sobre la muerte de Elías que fue un acontecimiento muy trágico para su familia. Quiero escuchar otra versión. Tal vez así logre entender todo lo que esconde Charlotte.

-Hace siete años Charlotte conoció a Elías en un viaje que hizo a Monterrey junto con Sebastián y Oliver. Elías fue hijo de un socio de mi esposo y no tardaron en enamorarse los dos. Charlotte era feliz en esa relación, aunque mis hijos no los apoyaron por diversos motivos-dice melancólicamente mientras mira su tasa de café-. A pesar de eso, ellos terminaron aceptando la relación y Elías se mudó con una de sus hermanas para estudiar la carrera aquí en la ciudad. Hace cuatro años, él iba en su auto con dirección para la ciudad de Córdoba para ver un negocio de su padre a una velocidad muy alta por lo que termino chocando con una camioneta y murió al instante. Charlotte se deprimió bastante por su muerte. No comía nada ni porque fuera su comida favorita, no quería ni bañarse y finalmente terminamos dándole antidepresivos y sedantes.

Entonces fue por eso que Charlotte desapareció de los medios por casi seis meses. Me siento mal al ver a Isabel llorando por todo lo que ha sufrido su hija. Debió ser muy difícil para ella llegar al extremo de tener que sedarla y darle antidepresivos.

-No se preocupe, señora. Cuidare muy bien de Charlotte-digo firme a mi palabra y ella trata de sonreír.

No me imagino a Charlie deprimida hasta el grado de no comer y tomar antidepresivos. Pero dudo que ella amará a Elías.

Isabel recibe una llamada y por lo tanto tiene que salir. No se va sin antes decirme que me sienta cómodo como si estuviera en mi casa.

Subo las escaleras para ir a mi habitación sin embargo, al pasar frente a la puerta de la habitación de Charlotte me entra mucha curiosidad por saber cómo es su habitación por dentro. Tomo la perilla de su puerta y antes de entrar miro que nadie esté en el pasillo.