Casi me da un infarto en el momento en que me doy cuenta que estoy recostada en el pecho de Mohammed. Me pongo de pie rápidamente y entro casi corriendo al armario.
Debo buscar la manera de dejar de moverme mientras duermo.
Cambio mi pijama por uno de mis trajes de natación. Desde que llegue a está casa no he podido disfrutar de la maravillosa piscina.
Salgo del armario y me encuentro a Mohammed durmiendo plácidamente.
Aún dormido luce atractivo. Tomo mi telefóno y salgo caminando despacio para no despertarlo.
Bajo las escaleras mientras taradeo una canción y me asombro al no ver a nadie en la sala principal. Bueno después de todo es Navidad.
Camino hacia la cocina ya que me hace falta una botella de agua. Al entrar cuatro personas se me quedan viendo entra ellas se encuentra Amina.
—Buenos días—saludo apenada mientras ellos me ven algo sorprendidos.
Supongo que debe ser mi traje pero no tiene nada de malo. Es un traje profesional.
—Buenos días, ¿quiere que le sirva el desayuno?—pregunta Amina amable y sonrío al verla.
Los demás no dejan de mirarme con miedo, sin embargo, con ella es diferente.
—Aún no Amina, muchas gracias. Solo quiero una botella para llevar un poco de agua, por favor—pido amable y observo como todos evitan mirarme para seguir haciendo sus deberes—. Te lo agradezco mucho—tomo la botella de vidrio que me entrega Amina—Que tengan un bonito día todos, Feliz Navidad a todos—todos guardan silencio y salgo de la cocina para dirigirme a la piscina.
El día comianza a iluminarse un poco ya que está a nada de amanecer. Dejo mi toalla, la botella y mi telefóno sobre uno de los camastros.
Escucho un tipo de alarma lo que supongo es de seguridad.
Debe ser el cambio de turno.
Me inclino en una orilla de la piscina para ver la temperatura del agua. Para mi sorpresa está templada. Con mi mano me mojo un poco el pecho.
Hace falta un pibote. Pero bueno solo hoy estaré nadando normal ya después la iré equipando.
Entro a la piscina y permanezco unos segundos en el fondo.
Pierdo la noción del tiempo entre que práctico los diferentes tipos de natación. Mis entrenadores no me jan dado fecha de mi próxima competencia pero debo estar en forma para ese entonces.—¿Charlotte?—escucho la voz de alguien pero la ignoro ya que estoy tan concentrada.
Me concentro en terminar la vuelta completa y me detengo a descansar en una orilla de la piscina. Levando mis googles y veo a Mohammed junto con Román viendome fijamente.
—Buenos días—saludo mientras recupero mi respiración normal.
Román asiente en forma de saludo y Mohammed sonríe al verme.
—Charlotte te estuve hablando y no me hiciste caso—reclama Mohammed sin dejar de sonreír—. Preciosa...no tengo problema en que nades pero no estés sola. Alguien debe estar aquí por si algo pasa.
—Soy una nadadora profesional...
—Lo sé...pero aún así debe estar alguien aquí por si acaso—asiento y observo que le da indicaciones a Román.
El sol me ha agotado. Debo entrenar o muy temprano o ya de noche. Con cuidado salgo de la piscina para ir por mi toalla.
Mohammed toma mi toalla y la extiende para cubirme con ella. Le agradezco con una sonrisa en cambio él me mira de una manera distinta.
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Charlotte
RomanceCharlotte Saavedra es una nadadora profesional mexicana que toda su vida ha perseguido sus sueños al lado de sus mellizos. Mohamed Asad es un árabe millonario y el hijo mayor de los Assad. Desde pequeños sus familias los unieron para que al cumplir...