Capitulo 24: Conflicto

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Charlotte

Unos golpes fuertes en la puerta me despiertan. Cierro mis ojos cuando el ruido desaparece, aunque los abro furiosa cuando vuelven a tocar como cobrador del banco. Busco a Mohammed en la habitación, pero no hay rastro de él. De mala gana me levanto de la cama y camino despacio porque siento que me siento fatal.

¿Quién mierda es?

Tomo la perilla y las ganas de ahorcar a la persona que me ha despertado aumentan cada segundo. Del otro lado de la puerta se encuentra Mohammed con una gran sonrisa en el rostro mientras que yo echo chispas de la ira.

—¡¿Qué carajos quieres?! ¡¿Tanto te cuesta abrir la puta puerta?!—grito tomando una toalla para ir al baño—. Nada te costaba entrar y dejarme seguir durmiendo. ¡Pero no! ¡Estás chingue y chingue tocando la estúpida puerta!

—Buenos días para ti también.

—¿Qué quieres? —pregunto irritada.

—Vengo por mi beso de despedida. Ya tengo que irme a trabajar para tener una vida decente como familia.

—¡Lo único que te voy a dar...va a ser una patada en el culo sino te largas ahora mismo! ¡Vete al cochino diablo si crees que te voy a dar un beso por haberme despertado con tu puto escandalo! —cierro de golpe la puerta del baño en su cara, pero antes escucho como ríe por la situación.

Después de media hora, bajo hasta el comedor ya que Alonso me ha avisado que tiene listo el desayuno. Todos guardan silencio cuando tomo asiento al lado de Ismail.

—Buenos días—saludo sin emoción.

Alonso coloca frente a mí un plato con chilaquiles y una gran sonrisa aparece en mi rostro.

—Buenos días, preciosa—saluda Omar muy animado—. Hoy será la primera vez que iras a un evento marroquí.

Trato de mostrarme emocionada por ello, pero la verdad prefiero pasar mi noche de sábado viendo alguna serie.

—Si, estoy muy alegre por esta noche—miento mientras tomo un poco de jugo.

—Querida Charlotte—Ismail me mira muy emocionado—. Pobre de la novia, pero cuando llegues a esa fiesta serás el centro de atención toda la noche.

Un Saavedra siempre es el centro de atención, querido.

—La hermosa esposa del magnate Mohammed Assad—enfatiza Ibrahim con orgullo.

—Trataré de no llamar la atención—finalizo la conversación para terminar de desayunar.

Los Assad salen juntos del comedor por lo que Alonso y yo nos quedamos solos.

—Charlie...—le miro fijamente—. Ya tengo en orden mis documentos en regla para cuando viajemos a México.

—Me alegra oír eso, hay muchas personas que debes conocer.

Después de lavar los platos junto con Alonso, entramos a mi habitación para que me ayude a buscar el vestido ideal para esta ocasión. 

Luego de varias pruebas, me decido por un vestido largo azul. Amina me ayuda a subir el cierre y salgo hasta la recamara para mostrárselo a Alonso y Román. El vestido es precioso. La parte de arriba cubre mi pecho y las mangas llegan a los codos, aunque los detalles de encaje hacen que se vea elegante. Considerando la situación creo que es el vestido adecuado.

—Es muy bonito—dice Alonso alegre—. Charlotte... así vayas con tu pijama vas a llamar la atención porque eres muy hermosa, con todo respeto.

CharlotteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora