Capítulo 10

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—Así que ¿Técnicamente te ofreciste? — Estoy atónita por como a salido esta extraña y confusa conversación, mi madre me va a escuchar cuando vaya para la cena de navidad.

—Bueno solo si tu quieres claro, no se pueden hacer bebes si solo una parte quiere ¿Verdad? — Un segundo ¿Me esta pidiendo que hagamos bebes, juntos? Dios estoy hiperventilando, creo que me desmayare.

Intento calmarme y no mostrarme muy emocionada ante este nuevo hecho, mi madre es especialista en meterme en situaciones bastante comprometedoras. Asi que pienso rápido y cambio de tema.

—Y dime ¿Cuáles son tus planes? — tomo mi copa y comienzo a dar pequeños sorbos mientras espero su respuesta.

—De eso quería hablarte, mi avión sale dentro de tres horas, con destino a Inglaterra —Silencio — pero regresare hasta el viernes por la noche ya que el lunes tengo una cita con el abogado de mi padre—.

Vaya mejor hubiera sido no preguntar nada, él se va y yo... bueno yo me quedo aquí sin el, además no hemos aclarado esta extraña "relación" pero para ser honesta no se como abordar el tema.

—¿No va preguntarme de mi cita con el abogado? — esta nervioso y lo se por como mueve los dedos de su mano.

—¿Quieres hablar de ello? No quise preguntarte porque se me hizo un poco inapropiado— tomo su mano y le doy un apretón instándole a que se tranquilice.

—Veras la próxima semana se leerá el testamento de mi padre y para ser honesto no se que esperar, han pasado tantas cosas desde su muerte que, no estoy seguro de querer ir—

—¿Has hablado con tus hermanos, con tu madre? —

—Si— dice respirando profundamente —Mi hermano Bruce y mi madre serán los primeros en estar ahí, lo se y en cuanto a Chad, lo único que importa es que le depositen su mensualidad puntualmente—

—Tu tienes que estar ahí — voltea a verme y su mirada no me dice nada —Tu padre querría que estuvieras ahí, ambos sabemos que confiaba en ti y mucho, no te puedes dar el lujo de faltar, aunque tu hermano este ahí tu también lo estarás, así que mas te vale llegar el viernes en la noche, porque sino iré por ti y te traeré a rastras—

No se como o en que momento paso, pero al segundo de terminar de hablar, él ya estaba pegado a mis labios, devorándolos a su antojo. Tenía su mano en mi nuca y la otra apoyada en la mesa, pero aun así lograba sentirlo en todas partes.

Cuando nos separamos tenía los labios hinchados y deseosos de más besos como ese. Lo vi sonreír ante la cara que yo tenia; se sentó y se sirvió mas Fetuccini y relleno nuestras copas.

—Te quedo deliciosa la cena, además del vestido que traes puesto— mi recorrió el cuerpo con una mirada muy hambrienta y cargada de deseo.

—Gracias, me alegra mucho que te haya gustado. Te recuerdo que tu avión sale dentro de tres horas, así que mas vale que te apresures a terminar — le sonrío y tomo un trago de mi copa.

—Me apurare con este plato, para después terminar contigo. Además ¿Quién dijo que no puedo hacer todo en tres horas? —

Y así fue. Cuando termino con su plato y vació la copa, me levanto en brazos y me llevo hasta la habitación.

Me desnudo con paciencia y beso cada parte de mi piel que quedo expuesta. Aun siento sus besos, sus caricias, lo siento aquí junto a mí y no a miles de kilómetros.

Me levanto de la cama y voy al baño aun es temprano para levantarme e irme a trabajar. Cuando salgo me dirijo a la cocina y me sorprendo al ver la mesa, en donde hace escasas horas cenamos, limpia y en orden. Reviso el estante y los platos y las copas están en su lugar. Así que abro la puerta del lavavajillas y cual es mi sorpresa que en lugar de encontrar platos, vasos y sartenes, encuentro un hermoso y bello ramo de flores.

Desastre... A Mediano Plazo (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora