Desastre... A Mediano Plazo (Libro 2)

Capítulo 12

Son las doce de la noche y estoy sentada frente a la laptop con mi pijama de franela. He intentado por varias horas escribirle un mail a Ricardo, explicándole lo ocurrido con su hermano el día de hoy.

Pero no se por donde comenzar, dios es tan confuso. Aun no me responde el mail que le mande en la tarde, pero se que cuando tenga tiempo lo hará.

Estoy comenzando a escribir cuando mi celular comienza a sonar, lo tomo y en la pantalla aparece su nombre junto a su número telefónico, ni siquiera recuerdo saber que lo tenía.

 —¿Hola? — contesto un poco confusa.

—Hola nena, espero no haberte despertado, he llegado a Inglaterra hace un par de hora. No había tenido oportunidad de llamarte ya que he estado en juntas toda la tarde— su voz me embelesa y me hace fantasear con el.

—Ok— murmuro.

—¿Estas molesta verdad? En serio lo lamento nena—

—No estoy enojada, en serio es solo que…— dudo en decirle lo que su voz me provoca.

—¿Qué pasa Nat? No dudes en decírmelo— ok que conste que el insiste.

—Bueno es solo que al escuchar tu voz me transporta hasta otra dimensión, pero no creas que de manera extraña sino… es extraño explicarlo— lo oigo reír y suspirar.

—Menos mal que es eso, ya me había asustado de que estuvieras enojada y dime ¿Qué tal tu día? — me levanto de la silla y me tumbo sobre la cama, respiro varias veces y comienzo a relatarle mi día, pero dejo para el final mi encuentro con su hermano.

Mientras le platico como estuvo, escucho con atención todas sus reacciones que pasan de suspiros de frustración hasta palabrotas en voz alta, además de resoplidos y estoy 100 % segura de que golpeo varias veces la mesa o lo que fuera que estaba frente a él.

—Maldita sea— dice cuando termino mi relato —Nathaly no debiste ir, no debiste— silencio —Lo siento, pero mi hermano quiere llegar a mi por medio de ti, en serio que lo siento—

—No te preocupes, la platica estuvo bien hasta que me dijo que sentías algo por mi— silencio —¿Eso es verdad? —

La línea se quedo en un gran silencio por un largo rato, hasta llegue a pensar que la llamada se había cortado o me había colgado.

—¿Sigues ahí Ricardo? —

—Aquí estoy nena…mira este no es el momento ni el medio para hablar de eso. Tengo que decirte muchas cosas, pero tiene que ser de frente para que veas la verdad a través de mi ¿Ok? Solo ten paciencia nena y por favor aléjate de mi hermano, no quiero que te involucres, dime que lo entiendes— y ahí estaba el señor MacCaa, negociando.

—Lo entiendo, no te preocupes no me acercare a el. Solo espero que no trame algo en tu contra—

—Tranquila nena de eso me encargo yo. Aun no me has dicho que te parecieron las flores que te di— y aquí estaba Ricardo tratando de cambiar de tema.

—Son preciosas ¿Leíste el mail que te mande? —

—Si y no te voy a negar que estoy sorprendido por esa app tuya que dice las cosas de las flores— lo escucho reír, vaya que risa tan varonil y sexy a la vez, un calorcito esta comenzando a surgir de mi. Refunfuño y el se ríe mas —Pero es cierto la frase que me enviaste, el significado de esas flores son lo que siento—

Mi corazón colapsa por un nanosegundo, mi cerebro trata de atar cabos ¿acaso me esta diciendo que esta enamorado de mi? No puedo preguntárselo porque me dirá que no es momento de hablar de eso, así que me rio y comenzamos a hablar de la fiesta que se acerca.

—Dime Nat ¿Qué harás en noche buena? —

—Iré con mis padres para pasar esa celebración con ellos y ¿tu? —

—No estoy seguro, creo que será una época muy ocupada — lo supuse, tenia la esperanza de pasarla con el, al menos de despedir noche vieja, pero creo que no se podrá.

Seguimos hablando durante dos horas enteras, hasta que me oyó bostezar varias veces y me mando directo a mi cama, nos despedimos entre risas y me prometió que mañana sin falta me llamaría otra vez.

Esa noche dormí con una sonrisa en mis labios, soñé con ojos verdes y cenas de navidad.