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Los pequeños ya no eran tan pequeños ya tenían 13 años, los chicos se habían hecho mejores amigos y tenían como consejera y mejor amiga a Miranda Snape, su mejor amiga mujer de toda la vida, la que siempre estaba para ellos cuando la necesitaban, mientras que ella los tenía a ellos y aun chico que habia conocido en el bosque prohibido. Ese chico apareció de la nada y se hizo su amiga claro que él no pensaba igual.


Los merodeadores, así se pusieron ellos mismos ya que les gustaba andar merodeando a todas horas, hacer bromas y por un pequeño problema que involucraba a un castaño con cortadas en todo su pequeño rostro. Miranda era la que siempre trataba de que no se meta en problemas al igual que su amigo Remus pero no lo lograban pero al menos les daban concejos.

—Deberían de haber estado en la última clase–murmuraba Miranda mientras acariciaba a su gatito que ya no era pequeño

Su nuevo amigo caminaba por su lado, él se llamaba Tom y siempre estaba al pendiente de Miranda y no entendía el por qué. Ella no dejaba de murmurar cosas de sus amigos.

—Deberías dejar te de preocupar por ellos, sé que son tus amigos, pero tienen a Lupin–decía el chico que tenía el cabello negro – es normal en ellos Miranda

—Creo que sí, pero son mis amigos y como buena amiga debo de preocupar me por ellos y por ti Tom–decía Miranda de manera dulce.

El pequeño soltó un suspiro rendido ante aquella niña, ambos caminaron hacia el gran comedor donde los esperaban los merodeadores sentados con una sonrisa ladeada. Pero antes de llegar Tom la tomo del brazo haciendo que dejaran de caminar.

—Te quiero mucho Miranda pero tengo que hacer esto – comento Tom mientras levantaba la varita

—¿Qué estás haciendo?

—Lo correcto, Obliviate – una luz blanca envolvió a la pelirroja haciendo olvidar a su amigo – te extrañare pequeña

Tom toco su mejilla para después desaparecer de su vida dejando un vacío en su amiga, la pelirroja parpadeo pero no encontró a nadie. Miro a su costado pero no encontró a nadie, se sentía extraña pero no dijo nada, estaba por entrar al comedor y se chocó con un chico.

—Lo lamento – levanto la mirada encontrándose con chico de cabello castaño – es un placer, me llamo Miranda Snape

—Frank Longbottom – tomo su mano estrechándola – lamento haber chocado contigo

—No tienes que preocuparte, fue mi culpa – ella miro que en el piso estaba un libro de Herbologia, ella lo tomo en sus manos – toma, se te callo en las manos

—Gracias – sonrió

—Quieres ser mi amigo – Miranda era tímida, eso todo el mundo lo sabe pero cuando se enoja grita mucho que asusta a todos es por eso que no se meten con ella

—Me encantaría, no tengo muchos amigos – dijo él sonrojándose

—Amigos – ella estiro su mano y él la tomo

—Amigos
La pelirroja en cuanto vio a sus amigos se acercó a ellos lentamente mientras que su nuevo amigo la iba a detener ya que vio cómo su cara cambio rápidamente al ver a esos chicos.
Cuando ya estaban cercas de ellos, Frank miro a esos chicos que los conocía muy bien de hecho todos los conocían, él les sonrió inocentemente.

—Corran–susurro el chico haciendo una mueca de "están muertos"

—¿Por qué? –pregunto Peter el cual estaba viendo la cara de Miranda, después de unos segundos lo entendió y se hizo para atrás por inercia para que no lo lastimara.

Una Snape diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora