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Habían pasado meses desde aquel enfrentamiento, en ese tiempo las cosas no están muy bien en el mundo mágico y las muertes era demasiadas, los mortifagos eran cada vez más y siempre trataban de detenerlos aunque no la mayoría de los mortifagos terminaba muerto. Miranda no habia sabido nada de los Weasley desde que salió de la escuela, no quería que nada malo les pasara a sus hermanos así que se mantiene alejados, Miranda habia llevado a sus hermanos gemelos al reino de su madre para estar a salvo, ella un día puso algo en el té que preparo para ellos para mantenerlos en un sueño profundo hasta que terminara la guerra. Carina estaba feliz con Sirius además de que el pelinegro dice que los niños serán como gemelos ya que nacerán el mismo día. ,

El cielo estaba algo nublado y Miranda sintió algo moverse a su lado, un poco molesta a decir verdad. Abrió lentamente los ojos y noto que apenas estaba amaneciendo y a su lado estaba James durmiendo. Sintió una vez más el movimiento y era Harry, hoy estaba más inquieto que nunca, lo cual hacía que miranda se sintiera un poco incomoda.

—Te gusta despertar a mamá temprano verdad pequeño —murmuró mientras acariciaba su vientre de cinco meses— Pero déjame dormir un rato más cariño —volvió a cerrar la ojos por unos segundos más pero no tenía resultado—. Tú, ganas —dijo cuando se volvió a mover— Vayamos por algo para comer. Tengo demasiada hambre en estos momentos.

Sin más, se levantó de la cama, mientras miraba a James con envidia. Él podía seguir durmiendo en paz, no tenía una criatura dentro de su cuerpo moviéndose a cada rato y pidiendo de comer a la hora que quisiera. No le importaba que fuera de día o de noche, el pequeño quiere comer siempre. Miranda bajo rumbo a la cocina y empezó a preparan el desayuno, eran las 7 de la mañana, Harry hizo que se despertara a las 7.

Miranda sintió como algodón se movía entre sus piernas tratando de llamar su atención, Miranda sonrió al verlo y le dio de comer para que deje de molestarla ya que podría hacer que tropezara.

Miranda metió en su boca una cucharada de chocolate, la cocina empezó a oler comida, comida que ya quería comer, tanto que hasta se le hacía agua la boca. Miranda estaba realmente hambrienta en esos momentos.

—Buenos días —dijo James llegando con una sonrisa y beso sus labios— ¿Otra vez despertando a mamá? —preguntó a su barriga, acariciándola con amor – ese es mi muchacho

—No lo felicites. Ha estado tan inquieto hoy, no me dejo dormir un poco más y realmente necesito dormir—frunció el ceño mientras ambos se sentaban a desayunar.

—No le gusta los chequeos médicos —alzo los hombros – deberías darte cuenta, es un bebé muy inquieto

—Ni a mí —soltó un suspiro—. Bastante tengo con que ustedes manoseen mi estómago para que otro más lo haga —él rió, le dio un beso en el dorso de s mano y empezó a desayunar – mi madre me llamo el otro día

—Que te dijo

—Dice que tus padres ya quieren conocer al bebé además de que la madre de Carina y quiere ver a su nieto – dejo de comer – tus abuelos son impacientes – le dice a su vientre

—En eso tiene razón –dice James riendo – canuto esta como loco, él no sabe que será el bebé ni tampoco Carina

—Yo sé que es – James miro a su esposa para que le dijera pero ella siguió comiendo – no te lo diré

—¿Por qué no?

—Si te lo digo iras corriendo a decirle a Sirius así que esperas hasta que nazca – dice ella mirando a su esposo – esa cara no funcionara

—Bien – dice James rendido

Desayunaron entre risas y vaya que les faltaba ya que todas estas semanas no fueron tan felices como las que tenían en Hogwarts. Al terminar, Miranda se fue a dar una ducha rápida antes de ir a San Mungo a la revisión mensual. Harry estaba realmente inquieto y no dejaba que Miranda se preparara, siempre estaba moviéndose de un lado para el otro sacándola arcadas y dolor.

Una Snape diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora