*17*

34 7 0
                                    

Era el cumpleaños de Alice, Miranda estaba realmente feliz por que llegara ese momento, se levantó muy temprano para organizar todo sobre la cena romántica que le prometió a Frank. Ella estaba durmiendo en la habitación de los merodeadores desde el día en el que se desmayó por suerte los guardias estaban afuera las veinticuatro horas de adía para ver que este segura eso no la molestaba sino más bien le agradaba mucho. Miro como su hurón estaba durmiendo en la cama de James, desde el día en el que se portó mal con ella ya no le hablaba, ella quería decirle muchas cosas pero él no le prestaba atención solo la ignoraba eso la ponía más débil y la estrella en su pecho ya estaba un poco grande.

Ella salió lo más rápido posible de ahí para hacer los últimos retoques, cuando salió los guardias salieron detrás de ella. Cuando llegó al lago negro corrió directamente al bosque prohibido, no le daba miedo ya que todos los animales la conocían a la perfección y sabían que no les haría nada malo. Fue a la parte donde nadie habia ido para ver como todo era iluminado por las hadas que venían de su Reino cuando llego al lugar se encontró con un hermoso camino adornado con velas formando un camino realmente hermoso que enamoro a Miranda, ella habia hecho eso y estaba sorprendida. Camino por ahí hasta llegar al lugar donde ella habia preparado todo con ayuda de sus dos madres que estaban ahí paradas agregando los últimos retoques al lugar.

—Hola – dijo Miranda caminando hacia ella abrazándolas

—Majestad –hablaron los guardias

—Veo que quedo todo de maravilla – comento Miranda

El lugar era hermoso, habia una mesa en el centro con una mantel blanco, unas velas en el centro unas hermosas sillas, velas alrededor y luces colgando de los arboles pero las hadas daban un toque mágico era realmente hermoso para sus ojos. Ella camino por el lugar mirando cada detalla con emoción. Su misión estaba cumplida y era lo mejor que habia hecho en tan solo unos dos días, miro a su madre que tenía un hermoso vestido azul con una capa azul que combinaba y una corona de diamantes.

—Hija ese vestido te queda hermoso – miro a su madre Eileen

—¿Vestido? – miro hacia abajo encontrándose con un hermoso vestido verde agua que hacia resaltar su tez además de que su cabello era adornado de pequeños diamantes blancos y tenía una tiara de rosas adornando su cabello – cuando apareció todo esto

—Cada vez que entres a esta parte del bosque te trasformaras en una princesa, estas hermosa hija

—Gracias mama o debería decir Reina –las dos rieron – esto es perfecto para ellos dos además de que no tengo gana de desayunar solo quiero que vengan lo más rápido posible si es que no se vuelve imposible

—Nosotras nos iremos rápido mi pequeña princesa – beso la cabeza de su hija – volveré al Reino

—De acuerdo, nos vemos mamá – beso a su otro madre – salúdame a Newt

—Lo hare

Cuando ellas se fueron Miranda se quedó dándole más retoques que le falta según ella, miro que los animales la estaban ayudando para decorar eso le gusto ya que siempre podría contar con ellos. Miro a un costado encontrándose con un unicornio así que camino lentamente hacia él pero antes de llegar miro como el unicornio se inclinó haciéndole una reverencia.

—Eres hermoso pequeña, que te parece si me ayudas en algo – el unicornio inclino la cabeza – quiero que cuando dos amigos vengan te acerques para que te acaricien, no te lastimaran. Lo prometo – beso su cabeza para después mirar su vestido que empezó a brillar – que raro

Del otro lado los merodeadores estaban en el lago negro hablando sobre su siguiente broma pero James estaba pensativo pensando en muchas cosas todas relacionadas a Miranda. Sirius noto a su amigo pensativo y le tiro un pedazo de chocolate a la cara sacándole de sus pensamientos.

Una Snape diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora