Capítulo 3

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Disclaimer: BNHA y sus personajes, no me pertenecen.

Summary: Las noches en "Dollhouse" siempre eran movidas; la gente iba y venía y las historias que las damas de compañía escuchaban, no siempre eran felices. Uraraka Ochako trabajaba allí bajo el seudónimo de Angel face y de entre todos los desdichados que pagaban por unas horas con ella, nunca esperó hallar al padre de su amiga aguardando por su compañía.

Aclaratoria: Ésta es una obra propia y todos los derechos son reservados.

Después de dos años trabajando en Dollhouse, con un ingreso mucho mayor al cual percibía sirviendo café o comida rápida, Uraraka Ochako pudo ahorrar lo suficiente como para mudarse a un departamento mucho mejor en Terrace Arusawa, un pequeño edifi...

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Después de dos años trabajando en Dollhouse, con un ingreso mucho mayor al cual percibía sirviendo café o comida rápida, Uraraka Ochako pudo ahorrar lo suficiente como para mudarse a un departamento mucho mejor en Terrace Arusawa, un pequeño edificio de departamentos ubicado en el barrio Minato; sus gastos eran bien cubiertos por su trabajo nocturno y eso le permitió abrir una cuenta bancaria en donde depositó gran parte de su dinero con la idea de poder pagarse su universidad llegado el momento adecuado.

Y tal momento, finalmente, llegó.

Fue a la parada del autobús, Hiroo Gochome a las 8:45 a.m.; el bus no tardó en llegar y tras 15 minutos de trayecto, ya se encontraba a pasos del campus de la Universidad de Tokai, una de las mejores universidades de Artes a la que había deseado ingresar con tanto afán. Sonrió sin poder contener su emoción al apreciar el gran edificio que componía a la Universidad de sus sueños.

Desde pequeña, el arte estaba metido bajo sus uñas. Sentía cómo la necesidad de tomar cualquier lápiz para trazar lo que su pulso marcara y su corazón le dictaba. Había hecho algunos cursos de arte en su ciudad natal pero el talento venía ya en ella.

La decisión de dejarlo todo para ir a Tokio y entrar a la Universidad de Tokai fue lo que la hizo aguantar aquel primer año de agotamiento mental y físico; cada noche que regresaba a su pequeño cuarto, con el alma doliéndole y el cuerpo gritando por un respiro, ella volvía a mirar sus trabajos, observaba sus dibujos, sus pinturas y sonreía.

―Naciste para cosas grandes, Ochako. ―La voz de su padre diciéndole aquellas palabras fue lo único que la mantuvo en pie cuando creía que todo se venía abajo.

Dollhouse quizá fue, para muchos, un camino fácil, algo que hacen las personas que quieren una solución inmediata a sus problemas. Ochako lo creyó durante un buen tiempo, pero el hambre y la desesperación por perder sus únicos metros cuadrados al cual podía regresar, le dieron la respuesta que buscaba. Cualquier trabajo, mientras pudiese sacarla de la pobreza y que la acercara a cumplir sus sueños, era válido.

Aspiró profundo y dio un paso para avanzar al interior del recinto universitario. La gran estructura la recibió en su interior, junto con todo lo que Tokai representaba. Su sonrisa no podía ocultarse, tampoco deseaba hacerlo; quería conservar cada detalle en su mente, apropiarse de ello y no olvidarlo nunca.

Estaba tan absorta en sus fantasías que acabó chocando con una muchacha. Ambas parecían tan abstraídas en sus pensamientos que terminaron hallándose en mitad del pasillo. Ochako se apresuró a disculparse con la joven, hallando a una muchacha de su misma estatura, cabello rubio peinado en dos coletas bajas, unos ojos castaños y ropa llamativa. La joven sonrió.

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