Capítulo 17

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Disclaimer: BNHA y sus personajes, no me pertenecen.

Summary: Las noches en "Dollhouse" siempre eran movidas; la gente iba y venía y las historias que las damas de compañía escuchaban, no siempre eran felices. Uraraka Ochako trabajaba allí bajo el seudónimo de Angel face y de entre todos los desdichados que pagaban por unas horas con ella, nunca esperó hallar al padre de su amiga aguardando por su compañía.

Aclaratoria: Ésta es una obra propia y todos los derechos son reservados.

―¡Lo mío fue accidental, pero tú lo hubieras hecho de haber tenido la oportunidad! ―La voz de Mina acusándolo de querer tener intimidad con la joven amiga de su hija se repetía como una grabadora sin fin, haciéndolo sentir no sólo culpable, sino t...

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―¡Lo mío fue accidental, pero tú lo hubieras hecho de haber tenido la oportunidad! ―La voz de Mina acusándolo de querer tener intimidad con la joven amiga de su hija se repetía como una grabadora sin fin, haciéndolo sentir no sólo culpable, sino totalmente evidenciado ante Mina y, quién sabe, quizá creyó haber disimulado por tanto tiempo sus intenciones pero, ¿Cómo podría garantizar estar guardando con recelo sus movimientos? O Mina lo conocía con demasía o él estaba siendo bastante obvio.

A cuatro paredes, dentro de la Golden Room, él creyó que la mujer detrás de Angelface era una total desconocida pero desde que supo que Uraraka Ochako, la compañera de universidad de su hija, era quien encarnaba la piel de la mujer de sus fantasías, el panorama lo asustaba. Él no recordaba haber disimulado nada frente a ella, había puesto a descubierto sus más íntimos deseos al mirarla, al recorrer con sus ojos su cuerpo y haber deseado que el beso dado entre él y su Doll, haya llegado a otros niveles impronunciables.

Pero todo éste tiempo, Ochako fue consciente (o al menos eso temía) del cómo él la deseaba, no a ella en sí, sino a la fantasía que vendía. Katsuki tenía emociones encontradas y contradictorias, porque no estaba acostumbrado a mostrarse tan sincero con nadie, ni siquiera con su esposa en tantos años de matrimonio, pero llegó la jovencita de veintitantos a sacarle hasta el último pesar con sólo tocarlo. Eso lo hacía sentir en desventaja y odiaba tener esa sensación encarnada en su interior, haciéndolo agonizar.

Katsuki estaba encerrado en su oficina desde hacía varias horas, luego de haber culminado su reunión con Mina y el asesor del Grupo Bakugo, repasaron el borrador redactado por su amiga y corrigieron algunos puntos para programar una rueda de prensa en las instalaciones del Grupo. La idea de dar tal discurso poniendo al conocimiento de miles de personas sobre su actual proceso de divorcio y otros puntos que comprometen a sus empresas y a la marca de Athena's Silk, no parecía importunarlo tanto como el hecho de que la joven Uraraka conocía tanto de él.

Los rojizos ojos de Katsuki viajaron al bar personal ubicado no muy lejos de su escritorio, claro, el que tenía resguardado bajo llave desde el incidente pasado. Ningún licor tenía a la mano para su desgracia, todo fue puesto bajo custodia por su secretaria luego de que tuvieran que limpiar su oficina como tres veces hasta hacer desaparecer el hedor de vómito de su noche de descontrol.

Se sonrojó con vergüenza. Odiaba sentirse tan descubierto y la idea de afrontar esos sentimientos con sobriedad lo estaba matando.

Observó su reloj, iba siendo cerca de la medianoche y él no podía tomar ni una gota de alcohol en su despacho. La idea de regresar a Doll House fue tentadora, bastante, pero ¿cómo podría sostener la mirada con Angelface ahora que conocía quién se encontraba detrás del juego de peluca y antifaz? No podía tomar tal riesgo y peor, que al más mínimo intento de acercarse a ella, quiera pedirle explicaciones del por qué estaba allí, por qué fingió que no lo conocía o que no había un vínculo en común al momento de verlo en la Golden Room en su primer encuentro.

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