𝟭𝟯. 𝗧𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 (𝗧𝗲𝗿𝗰𝗲𝗿𝗮 𝗣𝗮𝗿𝘁𝗲).

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Kiyomi

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Kiyomi

Apreté los puños con fuerza, con la tela de mi blusa arrugandose entre mis dedos, sentía un nudo en la garganta que parecía querer destrozar mis cuerdas vocales en un grito desgarrador, cargado de aquella furia que estaba naciendo en mi pecho, haciendo vibrar mi estómago.

"Cuidate de la bruja."

—¿Y usted como sabe eso? —su ceño se frunció, mi voz amenazaba con quebrarse en cualquier momento, pero me forcé a mantenerme firme y no caer tan pronto— ¿cómo puede estar tan segura de que nosotros no estamos unidos en esta vida?

—Querida, soy una bruja que puede ver los hilos del destino, tu hilo rojo ciertamente se cruza con el de Obanai pero no lo sostiene nada contigo, eres algo... —pareció pensarse las palabras que usaría a continuación, y con una sonrisa cínica siguió hablando— pasajero en su propia historia.

—¿Entonces, porqué puedo verlo en mis sueños?, ¿porqué tantas coincidencias?, ¿porqué me prometió buscarme para estar conmigo en esta vida si no es así? —la diversión de la anciana aumento, mientras las lágrimas en mis ojos ya recorrían mis mejillas en pequeños ríos.

—Niña, Obanai Iguro no sólo te hizo promesas a tí —con una mirada amenazante, se puso de pie y comenzó a dar lentos pasos hasta a mí, retrocedí como mi poca agilidad y la incomoda posición me lo permitía, mis manos me ayudaban a arrastrarme lejos de la mujer pero cuando mi espalda chocó con la pared, supe que era tarde. Me tomó por ambas muñecas, con una fuerza nada usual para una mujer tan mayor, y me arrojó al suelo; se posicionó sobre mí, sentándose en mi pecho, sus rodillas aprisionaron mis brazo, dejandome inmóvil—. Te enseñaré a que me refiero, tonta y estúpida niña —con una sonrisa sádica acercó sus manos a mi rostro, una sola sostenía mi rostro y la otra apretaba mis sienes.

Trate de forcejear pero era inútil, no podía siquiera quitármela de encima. Mi vista comenzó a fallar, comenzaba a ver destellos y múltiples luces y escenarios desconocidos frente a mí.

Llegué a un lugar... extraño. Lucía como un pueblo de alguna época pasada, antiguo, el sol comenzaba a iluminar el cielo y cada esquina de cada callejón del lugar.

 Lucía como un pueblo de alguna época pasada, antiguo, el sol comenzaba a iluminar el cielo y cada esquina de cada callejón del lugar

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𝐕𝐎𝐋𝐕𝐄𝐑𝐓𝐄 𝐀 𝐕𝐄𝐑 ⊹₊̇ ── 𝑖𝑔𝑢𝑟𝑜 𝑜𝑏𝑎𝑛𝑎𝑖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora