El imperio Diamante (jeongcheol x Seventeen) (Editando)

Capitulo 31

La estancia en el reino de oriente estaba siendo mucho más acogedora de lo que cualquiera hubiera imaginado. Seungcheol debe reconocer que la familia de Mingyu era muy cálida, el banquete resultó divertido incluso para los niños.

Después de la comida, que terminó bien entrada la noche, cada quien se fue a su habitación. Cheol acompañó a Joshua a acostar a los pequeños, mañana por la tarde partirían a su siguiente destino, por lo que debían descansar bien.
Se despidió de su Consorte con un beso y le deseó buenas noches.
No tenía sueño, ni ganas de irse a dormir, iría a leer los reportes que la reina Samira le había prestado, eran reliquias del siglo pasado.

- ¡Majestad!

- ¿Vernon? ¿Qué ocurre?

- Órdenes de la Emperatriz, señor. Desea que lo escolte hasta la pérgola del jardín oeste. Dice que lo verá ahí

- ¿A esta hora? Dios...- Jeonghan se estaba esforzando mucho por animarlo, iría solo para decile que debía descansar

Vernon lo guío por los pasillos hasta la salida por el jardín, un poco más lejos del palacio principal, había una pérgola de cristal, parecida a la que había en el imperio, pero está tenía un techo oscuro de madera que contradecía la elegancia del lugar.
Vernon se hizo a un lado para dejarlo pasar pero antes dijo:

- Señor, una cosa más. La Emperatriz desea que le dijera, que es mejor aprovechar el tiempo que se tiene a arrepentirse por no hacerlo

- ¿Y eso?

- Sabe que yo solo transmito, señor. He cumplido, por lo que me retiro. Pase buena noche señor.

- Igual Vernon.

Seungcheol entró sin entender nada, hasta que vió al joven que lo traía loco sentado en una de las bancas, dentro de la pérgola. Cruzaron miradas, Seungcheol se sonrojó de solo verlo. Por supuesto que su esposo tramaría algo así, ya no había razón para estar sorprendido si quiera, pero ¡Por dios! ¡Esto era más de lo que podía manejar!

- Saludo a su majestad el Emperador- Cheol, se acercó a él con solo unos pasos, el lugar era estrecho, y le tendió ambas manos para ayudarlo a levantarse.

- No tienes que hacerlo, no me encantan las formalidades.

- Comprendo, su majestad es muy humilde- respondió tomando sus manos

- Si tú lo dices, pero creo que no tienen ningún sentido si no es algo público.
Prefiero que me llamen por mi nombre la verdad.

- ¿Puedo hacerlo?- preguntó apretando un poco las grandes manos que sujetaba- decirle por su nombre...

- S-si, claro, yo- ejem- no me molesta.

Cheol lo vió sonreír y sintió el impulso de acercarse más, haciendo todo lo contrario, soltando sus manos, dando un paso hacia atrás.

- ¿Puedo preguntar qué te trae aquí tan tarde?

- Oh, bueno, suelo venir aquí a veces, es un muy buen lugar para pensar y pasar el calor. Además, guarda un gran secreto.

- ¿Un secreto?

- Así es, su Alteza la Emperatriz, me dijo que me acompañaría a verlo, pero al parecer no vendrá

- Me disculpo por eso, Jeonghan puede ser muy impulsivo a veces

- No me molesta, su alteza debe tener sus razones, pero sino le importa, podría verlo conmigo- dijo Hao temiendo su repuesta. No sabía si hacía bien, la Emperatriz le dijo que enviaría a aquel que lo necesitaba está noche, que intentara acercarse, pero parecía que si daba un paso más, el Emperador saldría corriendo.