Capitulo 35

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Como Jeonghan había planeado la caravana partió hacia su siguiente destino a media tarde del día siguiente.
El siguiente reino era el hogar de Seungkwan, el reino Rubí, que ya llevaba cinco años a cargo del rey Henry. A estas alturas ya nadie hablaba de la traición de la reina Ilar, pues Seungcheol había sido muy tajante al cerrar el asunto, no solo por el futuro de su Consorte, sino que también para preservar la reputación de la familia imperial.

Por supuesto, tuvo una charla con su padre. El Emperador retirado se había enterado de la situación y terminó llendo al palacio para hablar con su hijo, sin que Cheol tuviera que llamarlo. Fue una conversación algo incómoda.

Al parecer el ex Emperador había tenido una aventura con la entonces princesa del reino Rubí, cuando ya estaba comprometido con la Emperatriz. Eran amantes como tal, ya que ella no estaba dispuesta a ser Consorte y él no estaba dispuesto a romper su compromiso. Fue una relación complicada en la que se hicieron muchas promesas inconscientes, una de ellas era precisamente nombrarla Emperatriz, incluso cuando era imposible al no ser la primera esposa. Finalmente y después de años de ocultarlo, la madre de Seungcheol se enteró de su amorío y le dió un ultimátum: "O ella o yo".
El Emperador se vio contra la espada y la pared. O la mujer que amaba o su deber, su pueblo y el amor que tenía por su esposa. Es normal que los gobernantes tengan muchas parejas, pero siempre con el conocimiento de su pareja principal y se les otorga un título. Si algo como lo que habían hecho se sabía, dañaría la reputación de la casa imperial y el pueblo seguramente no lo apoyaría en su reinado. Además, la Emperatriz era muy clara, no importaba cuanto lo amara, no estaba dispuesta a compartirlo con nadie.

El resto es historia, desamor, drama y una pelea que rompió el corazón de ambos. Si lo pensaba bien, ahora entendía porque su padre jamás aceptó a nadie más en su harén.

En fin, independiente de la historia detrás, la relación con el reino Rubí progresó hasta convertirse en uno de los reinos más leales del imperio. El rey Henry realmente sabía cómo hacer su trabajo y eso ponía a Seungcheol muy feliz. El hombre era un buen gobernante y se había convertido en un buen amigo. Por lo qué, este si era un sitio donde se sentían a gusto.

La recepción fue un desayuno con la familia real, no muy formal, ya que la familia era pequeña. Muchos de los hermanos de Seungkwan se habían ido después de lo que pasó con su madre. Ellos lo entendían, después de todo, era su madre.

Y hablando de madres, Jeonghan por fin pudo conocer a la madre de Seungkwan, la Consorte Natali era una mujer robusta de cabello largo que te hacía reír con solo saludarte, era adorable. Además estaba la familia del rey Henry, su esposa y sus dos niñas, de seis y cuatro, que se llevaron muy bien con sus hijos.
El desayuno fue ameno y muy cálido, pero había algo que tenía a Jeonghan inquieto. El mensaje de Vernon, que decía que debían hablar, y la ausencia de Jihoon en la mesa por malestares.

Un problema a la vez, se dijo. Hablaría con Vernon primero.
Por eso, después de acomodar a los niños en su habitación, aprovecho de reunirse con Hansol, antes de hacer cualquier movimiento.

- Habla, Vernonie. Te escucho- el general se volteó ante uno de sus soldados presentes y le hizo una seña, que lo hizo retirarse.

- Cuando estábamos en el reino escarlata, oí una conversación entre el Consorte Jihoon y su madre que podría ser preocupante.

- ¿De qué se trata?

- No pude escuchar desde el inicio, pero básicamente ella intentaba convencerlo de quedar embarazado, para reafirmar el favor del Emperador.

- Supuse que sería algo así... Hablaré con él, pero ¿Qué es lo preocupante?

- Ella mencionó haber reunido información sobre Minghao, de una de las sirvientas menores- Jeonghan frunció el ceño.

El imperio Diamante (jeongcheol x Seventeen) (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora