El imperio Diamante (jeongcheol x Seventeen) (Editando)

Capítulo 13

Jun estaba en el salón del arte sentado junto a los recién llegados. Les había dado un breve recorrido por el harén y había hecho que Lina sirviera té mientras esperaban a su alteza. Tenía curiosidad con respecto al último consorte que Jeonghan y Seungcheol aceptaron, pero ya tendría la oportunidad de preguntar.

Por ahora se dedicó a observar a sus nuevos hermanos y hermana, como decía la costumbre que debían tratarse, ya que desde ese día compartían el amor del emperador. Jun sabía que los celos era impropios de un consorte, y la verdad más que celos, simplemente no confiaba en ninguno de ellos. Aunque lo intentará no podría ser como Jeonghan y fingir que los aceptaba. Por supuesto, actuaría de acuerdo con las costumbres, mostraría gracia, elegancia y cortesía dignas del Noble Consorte que ahora era, pero no se confiaría, vigilaria a cada uno hasta que demostraran ser de fiar.

Se desaria de cualquiera que osara en interferir en la relación entre el emperador y la emperatriz.

Jun sabía que no sería el objetivo de ninguno de ellos, si es que se atrevían a causar problemas. El ser infertil lo sacaba de la lista de obstáculos para cualquiera que quisiera ascender en el harén, simplemente por el hecho de que al tener hijos tus probabilidades de escalar aumentaban. Incluso si Cheol lo promovió sin mérito alguno, en el futuro es probable que no pudiera hacerlo. Los descendientes eran primero y elevar el estatus del padre o madre ayudaba a los príncipes a tener buenas relaciones con los reinos.

Por lo que, el objetivo principal sin duda sería Jeonghan. Como emperatriz recién coronado y sin hijos, podrían pensar que seria fácil destituirlo.

Que equivocados estaban.

Pronto Jeonghan ingresó al salón junto al Consorte Joshua, todos se levantaron de sus puestos al verlo.

- Saludamos a su alteza la Emperatriz

- De pie, por favor tomen asiento

- Gracias, alteza

Jun le cedió su puesto a la cabecera y se sentó a su derecha, Joshua aprovecho un puesto al lado de Mingyu.

- Me disculpo por el retraso, un pequeño asunto requirió mi presencia. Sé que Jun, ya les ha mostrado sus habitaciones y un poco más. Siéntase en libertad de recorrer el palacio como gusten, los jardines y salones están a su disposición. Si tienen alguna incomodidad alguna vez, no duden en decirme o al Noble Consorte, seguramente habrá alguna forma de solucionarlo

- Su alteza es muy amable, no esperaba una bienvenida tan cálida- dijo la Consorte Lu.

- Por supuesto, este es su nuevo hogar después de todo, la prioridad es que estén cómodos, de esa forma podran servir a su majestad como corresponde, por lo que también he seleccionado a sus sirvientes personales.

Zin'er dió un paso al frente y comenzó a nombrar a los sirvientes. Xiao Linzi acompañaría a la Consorte Lu. Xinge al Consorte Jihoon. Haila al Consorte Joshua y Mina al Consorte Mingyu.
Jun se preguntaba porqué había escogido a Xiao Linzi, él era un sirviente que hace poco fue expulsado de la casa de bodega por ladrón. Estuvo toda una noche en las puertas del palacio rogando porque lo perdonaran y como el ángel que decía ser, Jeonghan decidió darle otra oportunidad y lo dejó entrar al harén. Jun no lograba entenderlo y a veces se decía que quizás no debía entrometerse. Jeonghan sabrá porque hace las cosas.

La emperatriz se dió el tiempo durante esa tarde de conocer a los nuevos consortes. Mingyu era el que más le llamaba la atención, el muchacho no sólo era atractivo sino que era el más tímido, pero Jeonghan pensaba que se debía a su torpeza, ya que volteó dos veces su taza y se quemó la lengua un par más. El pobre no dejaba de disculparse a pesar de que Jun le dijo que no había problema. Jihoon era algo más serio, hablaba lo justo y necesario, y a Jeonghan le daba la impresión de que estaba aterrado por algo. Se notaba lo precavido que era con sus palabras y acciones.