Volkacio

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Volkov se sentía fatal, veía como Horacio se apagaba con cada parpadeo, por cada risa eran dos lágrimas derramadas y se sentía culpable, ya que todo empezó por secuencias.

Los disparos de Emilio donde no lo pudo proteger. Su rechazo y claro que quería a Horacio como su pareja, pero sabria que solo lo dañaría y no era el indicado para su amor.

El secuestro donde vio morir a Torrente, y otra vez no lo pudo evitar.

En vez de que el lo consolara fue al revés, y no solo se desquitó por al muerte de su compañero, también, la culpabilidad, el estres, el agobió. Se permitió ser abrazado y consolado, bajar las barreras.

Le daba miedo, demaciado, el como Horacio lograba hacer eso, se adentro en su corazón sin consentimiento derribando cada unas de sus ideales, hacerlo más estupido pero a su vez más feliz.

Le daba miedo como pudo revivir sus emociones y el consentimiento que le dio para hacerlo feliz pero a su contrario destruirlo, y eligió el camino fácil; alejarse de él.

Por el otro lado estaba Horacio, el que vio desde primera fila como Volkov se amargaba más y se aislaba otra vez de las personas que lo querían ayudar.

Quieria ayudarle, ser el hombro en el que llora, las manos que lo acarician, el que le saca esas hermosas sonrisa que muy poco había visto, ser sus sustento, alegrarse de sus logros y apoyarlos en sus fallos.

El ama a Viktor.

Pero también lo odia.

El como lo destruyó "porque no estaba preparado" y "no quería dañarlo" es una persona egoísta que piensa en su dolor, solamente en el, disfrasandolo con preocupación.

Porque si lo amara haría todo para estar juntos y protegerlo, no?

Lo odiaba por que el podía agarrar su corazón y tirarlo a la basura, tenía ese poder sobre el.

También lo odia, porque no lo puede odiar.

Pero se odiaba más así mismo por permitirse enamorarse, por tener sentimientos, por ser un débil, quisiera ser como Volkov tener esa capacidad de no sentir.

Sin saber que Volkov cada vez que llegaba al refugio de esas cuatro paredes y abajo de sus cálidas mantas soltaba todo lo que lo ahogaba y asfixiaba, era una explosión de emociones sin saber controlar, como una tubería de agua rota.

Decidió darse un tiempo para aclarar su cabeza, lejos de los dolores de cabeza y de corazón.

Casi 2 meses, 2 jodidos meses y Volkov no aprecia por Comisaria. Horacio no ha querido ir, siente que invade su privacidad, pero algo dentro de el le insiste que vaya, que lo cuide.

Estando parado enfrente de la puerta en su departamento duda en sin tocar o no, no quiere que lo corra, pero, ¿ya que? Ya estaba allí.

Toca la puerta hasta cuatro veces y ya estaba pensando en si irse o no, insiste dos veces más, y no responden, se da media vuelta y espera el ascensor.

Tal vez otro día vuelva a regres-.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escucho detrás de el la puerta abriste, cuando volteó a ver quién es ve a Volkov, pero esta distinto.

Se acerca a el y no duda ponerle una mano en su cara para acariciarla y Volkov solo ladea la cabeza por el calor mientras se le sale una lágrima.

-Tu cuerpo- le empieza acariciar la mejilla -Es solo piel y huesos- subió su otra mano para acunar su cara.

-Horacio solo retirese- su voz ya no es acento ruso marcado, ahora es hilo casi audible.

-Sabes- toma aire -Sabes que te quiero mucho - le limpia las lágrimas -Que te amo mucho-

Volkov es lo último que llego a escuchar antes de quedar inconsciente y ser atrapado por un Horacio preocupado.

Estaba a lado de una camilla esperando que despertara, al verlo en la puerta lo vio demacrado con ojeras, desarreglado, vulnerable, con los ojos rojos de tanto llorar.

Y no es para nada bonito ver en ese estado a la persona que amas.

Tenia su mano agarrada, antes ya le había agarrado la mano, pero esta vez la tenía débil, sus venas se marcaban al igual que sus huesos, estaba más pálido y solo quieria que despertara.

Lo que le habían dicho los doctores fue que en su lavado intestinal había pastillas, no había rastros de comida, pero olía alcohol, como si solo se alimentas de eso.

Cuando despertará le habían dicho que se lo podía llevar, y el se encargaría de cuidarlo, como si su vida dependiera de eso, no lo iba abandonar.

Cuando Viktor despertó vio una cabeza en su brazo y una enfermera cambianole el suero, que solo le sonrió con amabilidad, ahora se enfocó en la cabeza que tenía en el brazo.

Se fijo en el cabello rojo revuelto, en una mano que sujetaba la suya como si se fuera a ir, la respiración tranquila que chocaba entre su brazo y lo logro identificar, era Horacio.

Le hicieron su chequeo sin mover a Horacio por órdenes del Comisario Volkov, le daban cierta tranquilidad tener a Horacio así y no lo quería perturbar.

Siendo sinceros sentía su brazo acalambrarse ya pero de verda no quería moverlo, así podía observar sus facciones y escuchar los ruditos que hace al dormir y también se dio cuenta de que tiene el sueño pesado.

Vio como Horacio se revolvió y lento su cabeza para observar a Volkov quien el dio una sonrisa, Volkov podría jura que vio como se sobresalían poquitos los ojos de tanto que los abrió y se lanzó abrazarlo para llorar.

Ahora era momento de que el consolar a Horacio.

Después de haber discutido sobre que Horacio lo iba a cuidar, porque el no podía cuidar solo su salud y era una oportunidad para tenerlo cerca termino aceptando.

Y ahora se arrepentía ya que entrando a su departamento estaba Mika comiendo, también se nota que se aburrió ya que rasgó los sillones, botellas de vodka tiradas al igual que colillas, ropa tirada, su departamento estaba echo mierda.

Pero estaba muy cansado para limpiarlo, tal vez lo haría después, Horacio lo acompaño hasta su habitación para recostarlo y taparlo.

-Deja te traigo algo de comer- le dejo un beso en la frente y se fue corriendo, Viktor solo se tocó la frente tratando de hacer que ese hormigueo se quedara allí.

Cuando regreso a la habitación con un caldo de sopa de pollo y vitaminas vio a Viktor dormir, dejo la sopa y salió para limpiar el departamento, el también estaba cansado pero podía aguantar un poco más.

También le cambió la caja de arena a Mika y se sentó en el sofá, pensaba descansar allí, y lo hubiera hecho sino fuera por Volkov que le hablo.

Llego a la habitación y vio que ya se había comido la sopa y le palmeo a lado de el para que se acostarse con el iba a refutar sino fuera por los ojos que le hizo, una mueca de indignación y se acostó.

Quería dejarle su espacio pero el lo acurruco en su pecho sintiendo abrazado escuchando los latidos de su corazón.

Y aún Viktor pensando que estar entre los brazos de Horacio era más cálido que estar el solo bajo las mantas.

OneShots/GTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora