OneShots/GTA

Volkacio 1

Día 1
Soulmates que ven colores.
Parte 1

En este mundo hay dos maldiciones, pero una no funciona sin la otra. Muchos no llegan a conocer a esa persona que le pone color a tu vida y mueren sin ver los hermosos colores, la alegría que te da ver cosas tan sencillas como el color de los árboles, el hermoso cielo azul, los diferentes colores de las flores y tal vez tu lo veas algo tan simple que no le tomas importancia cuando caminas por las calles, pero cuando pasas toda tu vida sin verlos tu vida se vuelve deprimente y más sin esa persona que te apoye, necesitamos esa persona que nos abra los ojos y nos haga ver lo bonito de la vida y mientras más cercas esté de esa persona los colores se vean más nítidos y cuando la conoces tu vida ya no es gris y empieza a tener forma.

Dicen que cuando podrás reconocer al amor de tu vida cuando este empiece a tener color, y que si te andabas ese color desaparecía, pero si le dabas un beso y las dos partes estén enamoradas estos permanecen.

El pequeño Horacio escuchaba atento a su madre sobre la hermosa historia que contaba y se preguntaba si el algún día podría ver los colores y saber de qué color es el vestido de su madre o su cabello ¡no podía esperar a encontrar a su alma gemela! Pero sobre todo con la persona que sea su mitad, quiere amar y ser amado, tener esa historia cliché y empalagarte donde todo es miel y dulces. Quiere ser feliz.

Todavía no entendía cómo estaba en ese punto de su vida, era una total miseria, y cada vez parecía ir a peor, no sabe que habrá hecho en su pasada vida para que le hacen cosas inhumanas, que tanto odio hacia el, extrañaba cuando su única prioridad era ir con sus amigos buscando a sus almas gemelas para ver los colores y daban vuelta por toda la ciudad, recuerda como su madre lo sacó de Francia huyendo de algo o mejor dicho de alguien, vio como su madre entraba en desesperación, como es que la escuchaba llorar en las noches encerrada en el baño en el cuarto de un hotel, esa es una de las peores cosas que puedes escuchar, a tu madre llorar y no poder hacer nada y no saber la simple razón, como cada vez menos y no comía o ya no trabajaba, el buscaba trabajo para darle de comer a su madre. También extrañaba a su padre, su mamá solo lo había traído a él olvidándose de su papá.

Salió del hotel saludando al portero, al ya los conocía había veces que se quedando hablando con él para pasar el rato, el portero le ayudaba aprender a mejor ese idioma y Horacio como buen niño inteligente aprendía muy rápido, el ruso no era idioma fácil con esos signos raros.

Buscaba un lugar donde pude conseguir dinero sin saber que se estaba alejando mucho donde se estaba quedando, recorría las calles buscando trabajo y preguntando con una mal pronunciación, pero intentándolo, cuando vio que empezaba a oscurecer dio media vuelta para llegar donde vivía, pero se dio cuenta que no reconoció donde estaba, intento no preocuparse y caminar tratando de reconocer por donde pasaba. Llevaba un rato afuera el pánico recorría su cuerpo en la noche fría, tenía miedo de no volver a ver a su madre, quería regresar que su casa, la desesperación y las ganas de gritar para pedir ayuda, lagrimas recorrían sus mejillas, mientras caminaba vio algo raro que lo asustó aún más y se puso a correr, luego se dio cuenta de que pudo ver algo diferente, el color del carro que paso a su lado no sabia cual era, dio una vuelta de 369° tratando de ver alguien cercas, pero no encontró nada se movió para ver si lo veía más cerca pero solo hacía que perdiera el color regreso donde estaba antes pero ya no veía los colores, se sintió totalmente decepcionado.

Con la cabeza baja camino por la fría noche, no sabía cuánto tiempo llevaba ya vagando bajo el cielo estrellado, levanto la mirada limpiando sus lágrimas y se dio cuenta de que la cafetería que estaba a su lado la reconocí con su justa panorámica observo donde estaba, estaba cerca de donde se estaba quedando. Ingreso al hotel y no vio al portero, corrió a su habitación llamando a su madre sin respuesta alguna, la buscó por todos lados sin encontrarla, recorrió toda la habitación y no había nadie, estaba solo.