Chica promiscua (Satoru Gojo, Yuji Itadori y Sukuna x t/n)

Capítulo 5 (EDITADO)

ADVERTENCIA: ESTE EPISODIO CONTIENE ESCRITO ESCENAS ERÓTICAS ALGO EXPLÍCITAS.

Listo, ahora lean.

Estaba en la morgue con el corazón de Yuji aún en brazos. Me sentía tan sola y triste. Al inicio no querían que entrara con Yuji, pero luego de insistir e insistir terminaron cediendo.

No me interesaba haber estado ahí horas observando un cadáver, solo quería tener la esperanza de que se levantaría.

Satoru entró por la puerta. Tal vez en otra instancia me habría emocionado verle, pero en esta situación no sentía más que impotencia y tristeza.

-T/N...- se quedó parado observándome.

-Profesor- dije.

No podía permitirme mostrar más confianza con él en frente del hombre de lentes.

-Traté de hacerle entender que no era buena idea que cargara con el corazón de Itadori, pero no me escuchó- argumentó.

-¿El corazón de Itadori?- se escuchaba sorprendido.

-¡M-me rehuso a creer que está muerto!

Satoru dio un suspiro y se sentó.

-Les avisé de que pelear no era una opción- siguió hablando.

Sí, claro.

-Fue a propósito- habló Gojo.

Levanté mi mirada.

-Eh? ¿qué quiere decir?

-Era un categoría especial- siguió. -Enviar a unos de primer año a salvar a posibles supervivientes es una locura.- rascó su cabeza. -Además, en el caso de Yuji, yo forcé la situación y pospuse indefinidamente su ejecución. No le gustó a los peces gordos y usaron mi ausencia y al categoría especial para deshacerse de él con una excusa.

Siguió hablando de las razones por las cuales estaba seguro de que en realidad no había sido un accidente sino una conspiración. Por mi lado no podía concentrarme realmente en lo que decía, simplemente observaba el cuerpo cubierto de Yuji. Jamás iba a olvidar lo optimista que era, su hermosa sonrisa, su actitud hacia la vida... simplemente era alguien genial.

-Tal vez debí matar a los peces gordos- su tono de voz subió.

Llevé mi mirada a la puerta, había entrado una doctora muy guapa.

-Normalmente no eres tan emocional- habló. -A mí me parece que le tomaste bastante cariño- jugó con un mechón de su cabello.

Satoru levantó su dedo índice.

-Siempre fui un buen tipo que se preocupa por sus estudiantes.

-No atormentes a Ijichi. Está atrapado entre nosotros y los peces gordos.

Ijichi pareció sonrojarse.

-Entonces esto es el recipiente de Sukuna ¿eh?- retiró la manta.

Estaba totalmente pálido y sus labios tenían una apariencia marchita. Mi corazón volvió a estrujarse.

-Puedo diseccionarlo, ¿verdad?

Me dio un escalofrío al escucharle.

-Procura hacer buen uso de él.

Pov Omnisciente

En algún lugar que no es el mundo humano...

-No me mires desde abajo sin permiso. Es molesto, mocoso- sonrió.

Se dejó escuchar una voz arrogante.

Sukuna se encontraba observando -con arrogancia- desde arriba de su trono a Yuji.