-¡Esquiva!
Sentí un golpe en mi brazo izquierdo y caí al suelo. Tardé en reaccionar un poco y por ello mi respuesta al dolor fue lenta.
-Auch...- froté mi brazo.
Maki me extendió su mano. Le acepté. Ya levantada, sacudí mi ropa y las palmas de mis manos.
Resulta que estamos entrenando en el patio desde la mañana. Satoru me pasó a buscar al departamento de Yuji por la mañana. Lo más increíble de todo es que tengo un poco de energía maldita, diría que un 45%. No creí que fuera posible si pasaba algo así con Yuji. No es malo...
-¿Estás bien?- me preguntó. -Estás distraida desde la mañana. ¡Ah! y pensar que me gusta entrenar contigo por lo bien que esquivas mis ataques.
-Mostaza- Toge se acercó.
Confirmé en respuesta.
-Gracias por la preocupación.
Había una que otra cosa que rondaba por mi cabeza y eso no me permitía concentrarme.
Yui hoy había faltado a la práctica, y tenía una idea del por qué. De seguro se había agotado toda su energía maldita, pero eso no me incumbe.
-Creo que tomaré un descanso- apunté las escaleras.
Me mareé por un momento y tuve que afirmarme en el barandal. Tomé asiento, posé mi mano en mi hombro y empecé a mover mi brazo, aún me dolía un poco. Ver a todos entrenar me tranquilizaba un poco. Ver lo bien que Megumi podía esquivar los golpes de Maki, o la agilidad con la que ella daba cada golpe. Era increíblemente satisfactorio verles. Pero... nada de esto era suficiente. Seguía decaída.
Media hora pasé sentada y no conseguía sentirme mejor. El entrenamiento ya había terminado y Yui no llegó, pero realmente no me importaba. Estaba dispuesta a acercarme a los chicos, no obstante unas nauseas incontrolables se apoderaron de mí. Corrí a toda prisa hacia arriba y vomité en la tierra. No había comido mucho en la mañana; así que no fue la gran cosa.
Escuché unos pases acercarse, pero estiré mi brazo para indicarles que no se acercaran más.
-Estoy bien, estoy bien- sacudí mi mano.
-Pero qué dices, si estás pálida- dijo Kugisaki.
Me limpié la boca con el dorso de la mano y me giré hacia ellos. Todos me miraban preocupados.
-Vamos- caminó hacia mí. -Te llevaré a la enfermería.
Maki pasó su brazo por mis hombros y me guio. Ni siquiera pude replicar o decirle que estaba bien. Tal vez me descompensé o algo por el estilo.
Se mantuvo callada y ya cuando estábamos bastante alejadas vi señal de que fuera a hablar.
-Y dime... ¿Ya iniciaste tu vida sexual?- preguntó neutra.
En mi caso; mi corazón se aceleró y mi sangre subió a mis mejillas. No me esperaba una pregunta de ese tipo. Al ver que no respondía volvió a hablar.
-Seré muy discreta. Lo prometo- me miró de reojo.
Ya sabía a qué venía su pregunta, y sabía perfectamente que sería imposible que estuviera embarazada. Aparte, obviamente omitiré con quien estuve.
-Pues... sí- mascullé. -Y sé que debes pensar que tal vez estoy embarazada, pero es imposible.
-Hmm... ¿segura? Siempre existe una posibilidad. No digo que vayas a estarlo, pero creo que lo mejor es prevenir.
-¿T-tú crees?
Ya estaba empezando a sugestionarme. Pero... sería imposible ¿no?
-Ajá. No quise mencionar nada delante de los demás. Aparte, yo creo que ni siquiera pensaron en esa posibilidad.
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Chica promiscua (Satoru Gojo, Yuji Itadori y Sukuna x t/n)
FanfictionSoy T/N Suzuki, ya con 17 años he entrado a la academia de hechiceros en tokyo. Provengo de un clan que se creía era un mito; el de las promiscuas, un nombre bastante vulgar, pero todo eso se debe a que mi poder se puede activar solo si tengo coito...