-Ah... maldición, ¿cómo puede ser tan complicado?
Se veía tan aproblemado. Iba a mover mi mano para ayudarle.
-Espera, espera- levantó su mano. -Ya casi, ya casi. No te muevas.
Mi cuerpo tiritaba levemente.
-Satoru... tengo frío.
-O mis manos son muy grandes, o esto demasiado pequeño- suspiró. -¡Listo!- sonrió mostrando su dentadura.
Dejé caer mis brazos. Esta situación era incómoda.
Enarqué una ceja al verle tan feliz y aliviado de haber terminado con ese trabajo.
-Aún faltan las pantis, la falda y los zapatos. No celebres tanto.
Hizo una mueca.
-Vamos, t/n. No seas mala. Déjame celebrar la pequeña victoria de que logré abrochar tu sujetador. ¿Tienes idea de lo complicado que es, siendo que esas cosas son demasiado pequeñas?
-Si no hubieses dañado mi mano no estaríamos en esta situación- le recordé.
Me era muy complicado abrochar mi sujetador, subir mis pantis, o abrochar mis zapatos con una mano esguinsada y la muñeca dañada. Por ello tuve que levantar a las siete de la mañana a Satoru de su sueño y pedirle que me ayudara a vestirme. Y sin mentir; estuvo casi 3 minutos intentando juntar el sujetador.
Ya cuando terminé de vestirme le esperé en la sala para que él se vistiera. Luego fue a la cocina y me tendió una tostada.
-No tengo hambre- sacudí mi mano.
-¿Eh? ¿Piensas rechazar esta tostada que hice con tanto amor para mi alumna? ¡Qué injusto!- llevó su mano a su frente.
Entrecerré mis ojos y tomé el pan.
Íbamos saliendo del departamento cuando al parecer se le olvidó algo.
-¡La maleta!- levantó su dedo índice. -Ya vengo.
Desapareció. Literalmente desapareció.
¿Acaso puede teletransportarse? Mi respuesta fue respondida en cuanto le vi aparecer frente a mí con la maleta en manos.
-Ahora sí- sonrió.
Subimos al ascensor. Esta vez había más gente en él. Tuvimos que parar varias veces hasta llegar al estacionamiento.
Una vez dentro del auto le formularía algo que provocó mi curiosidad.
-¿Por qué usas auto si puedes teletransportarte?
Giró su cabeza.
-Ayudo a la economía del país- encendió el auto. -En marcha.
Con eso daba por cerrado el caso.
En el camino habría ido afirmando mi rostro en mi mano, si tan solo no tuviera la férula...
Seguía lloviendo casi con la misma intensidad de anoche, pero Satoru no tenía ningún problema de volver conduciendo. Tampoco hablamos tanto, pues iba conversando por llamada. Y una vez afuera, bajé del auto con la idea de llevar mi maleta, pero dijo que él la dejaría en mi habitación después.
-¡Nos vemos!- dijo dentro del auto. -Cuídate y no esfuerces tanto tus manos. Adióooss- sacudió su mano.
-¿No tendré clases contigo hoy?- cuestioné agachándome en la ventana.
-Nop. Tal vez mañana- dudó. -Y por cierto, tu flujo de energía maldita es bajo. Trata de pasar desapercibida en actividades, al menos por hoy.
...
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Chica promiscua (Satoru Gojo, Yuji Itadori y Sukuna x t/n)
Fiksi PenggemarSoy T/N Suzuki, ya con 17 años he entrado a la academia de hechiceros en tokyo. Provengo de un clan que se creía era un mito; el de las promiscuas, un nombre bastante vulgar, pero todo eso se debe a que mi poder se puede activar solo si tengo coito...